Bajo la lupa. Mientras las cuadrillas van recorriendo los barrios recolectando datos, todavía se sigue analizando lo que dejó la jornada del miércoles en que se realizó el Censo Nacional de Población y Viviendas.
Para la politóloga Milda Rivarola, es tajante que la etapa de recuperación de datos se realice de buena manera.
“Si hubo ineficiencias grandes, si no se cubre la mayor parte de la población, Paraguay va a estar 20 años sin datos correctos sobre población y viviendas”, vaticina.
Al decir 20 años, suma el deficiente censo realizado en el 2012 durante el gobierno de Federico Franco. “Ese fue un completo desastre. Se hicieron estimaciones sobre lo que se había censado”, expresó.
En términos de estudios, investigaciones y de políticas públicas será un completo fracaso si no se corrigen los errores, adelantó.
La deficiente organización fue otro factor en contra, observa. Al basarse en el trabajo voluntario, se debe invertir mucho en entrenamiento de los censistas.
“Se debió haber invertido más en entrenamiento y tener grupos de sustitución cuando había deserciones”, apunta.
Se estima que alrededor de 20.000 voluntarios no acudieron a sus puestos el miércoles. El director del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), Iván Ojeda, había señalado que tenían prevista esa contingencia.
Los faltantes fueron cubiertos por policías y militares. Sin embargo, en conversación con ÚH, Ojeda admitió que el número superó lo previsto.
Rivarola recuerda que la anteriormente Dirección General de Estadística, Encuestas y Censos (Dgeec), actualmente INE, era uno de los mejores organismos técnicos del Estado paraguayo. Esto fue por lo menos hasta el 2012. Posteriormente se designaron personas con criterios político-partidarios antes que técnicos, lo que repercutió negativamente, dice.
CONSECUENCIA. La politóloga señala que aún puede revertirse la situación si la etapa de recuperación se realiza correctamente.
La economista Verónica Serafini menciona que no puede hacerse aún ninguna evaluación hasta culminar la etapa de recuperación de datos. “El proceso de censo es información que nos va a servir a todos. A nadie le conviene que nos vaya mal”, enfatiza.
Explica que en cada periodo intercensal se dan cambios relevantes en el país. Por ello, la consulta permite al Estado tener los datos para anticiparse a esos cambios. Las cifras serán útiles para al menos dos gobiernos, refiere.
Rivarola, Serafini y el analista económico Amílcar Ferreira hablan del peso que tuvieron los cuestionamientos con tintes sectarios. Ello impidió que se dé un buen debate en cuanto al tema. A su vez, esas críticas tenían como finalidad conseguir un rédito politiquero, coinciden.
Ferreira cuestiona –así como muchas personas– que no se hayan realizado preguntas sobre seguro social y otras.
Serafini aclara que esas preguntas se realizan en las encuestas de hogares que se realizan periódicamente.
Ferreira menciona que con el presupuesto disponible, se hubiese planteado un mayor pago a los censistas. También se pudo haber apelado a contratar supervisores profesionales y funcionarios públicos.
“En esta ocasión, teniendo presupuesto, se falló en la ejecución y eso hizo que tengamos un número importante de población no censada”, sostiene el economista.
Entre las críticas también se dijo que los censistas debieron recibir la paga antes de iniciar el trabajo. Verónica Serafini señala que si hubiese sido así, los cuestionamientos serían del porqué se pagó a gente que no fue al final.
Recuperación sigue
Tanto en el interior del país, como en la capital y Central continúa la etapa de recuperación de datos. Son varias las cuadrillas de censistas y supervisores que están recorriendo los distintos distritos y barrios del país. Esta etapa se lleva adelante a la par de la recolección de datos en las zonas rurales y el censo indígena. En los 12 días que restan en este proceso, se apunta llegar a como mínimo al 90% de los hogares del país. Esto ya será considerado como óptimo. Incluso se pretende llegar al 95% y más, según señalaron. El INE habilitó varias vías, como el número 178, para que las personas que no fueron visitadas puedan ser censadas.
Se debió haber invertido más en entrenamiento de los censistas y tener grupos de sustitución cuando había deserciones. Milda Rivarola, socióloga.
El proceso de censo es información que nos va a servir a todos. A nadie le conviene que nos vaya mal. Verónica Serafini, economista.
Teniendo presupuesto se falló en la ejecución, hubo un número importante de no censados. Amílcar Ferreira, analista económico.
LAS CIFRAS
200.000 es la cantidad de hogares que deben ser cubiertos en poco menos de dos semanas en todo el país.
800.000 es la cifra estimada de personas que deben ser censadas, calculando un promedio de 3,8 en cada hogar.
43 millones de dólares es el presupuesto total destinado para los cinco años de duración del proceso del censo.