Anastasio Somoza se desplazaba a bordo de un Mercedes Benz aquel miércoles 17 de setiembre de 1980. En el auto conducido por el chofer César Gallardo iban atrás el ex presidente nicaragüense y su asesor Jou Baittiner. Detrás se desplazaba el auto de los custodios, un Ford Falcon a cargo del comisario Francisco González León, con otros cuatro policías asignados.
Cuando el vehículo cruzó la calle Venezuela, Armando, el guerrillero del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) salió al paso con un Jeep Cherokee y el chofer de Somoza, que venía detrás, tuvo que frenar bruscamente.
En ese momento, Hugo Alfredo Irurzún, conocido como el capitán Santiago, en un segundo intento consiguió activar su potente arma y el Mercedez Benz voló en pedazos.
Tras el episodio bautizado como “el Somozazo” se cerraron las fronteras y se declaró estado de excepción en busca de los responsables del ataque. La mayoría de los guerrilleros lograron escapar, pero Irurzún fue atrapado cuando regresaba a una de las casas que mantenían como refugio para retirar armas y dinero, en el barrio San Vicente. Luego de varias horas de tortura, falleció. Lea más detalles aquí.
Fue condenado a seis años de prisión, pero purgó 8 años, 3 meses y 19 días, ya en forma totalmente irregular. Por eso, pidió en mayo pasado a la Justicia paraguaya la nulidad de su condena, además de una indemnización.