La iniciativa contó con el voto de 40 diputados, mientras que cuatro se abstuvieron y los demás estuvieron ausentes. No obstante, la mayoría se quejó de la eliminación de los parlasurianos antes de votar.
Quienes sí apoyaron con voz y voto fueron, por ejemplo, la encuentrista Kattya González y la liberal Celeste Amarilla. “Vamos a eliminar una institución más inútil que una bocina de avión”, aplaudió la primera, recordando que se ahorrarán más de G. 24.000 millones anuales. “Se reúnen cuatro o cinco veces al año”, se quejó González sobre el “trabajo” de los parlasurianos. “Recién a partir del 2023 hay acuerdo de posponer estas elecciones autónomas y elegir delegaturas, sin que implique costo adicional del presupuesto”, explicó.
Kattya agregó que en tiempos de pandemia los parlasurianos no se reunieron ni siquiera una vez, no emitieron comunicado, ni hubo una sola gestión que tenga destaque. “Señores parlasurianos no los vamos a extrañar. Un espacio que jamás debió existir”, aseveró la legisladora.
Por su parte, Amarilla cuestionó que el Parlasur sirvió solamente para llenar cupos políticos. “En todos los partidos los del Parlasur eran aquellos que por su mal currículum no entraban en las listas nacionales”, apuntó. Dijo que la idea de la mayoría era seguir haciendo daño, pero la ciudadanía ya no lo tolera. “No hay correligionario que valga si lo que van a seguir haciendo es daño al Partido y daño al país”, dijo.
Defensa. Por su lado, el colorado Ramón Romero Roa defendió a los parlasurianos y afirmó que generaron resultados positivos. Añadió que no tiene ninguna crítica pero apoyó la propuesta porque “es una posición regional”.
A su turno, el cartista Justo Zacarías admitió que puede que los parlasurianos no sean muy útiles hoy pero dijo que esto podría cambiar. Calificó la eliminación de las elecciones de estos legisladores como un retroceso. Otros que defendieron a los parlasurianos fueron los colorados Walter Harms y Jazmín Narváez, y los liberales Rodrigo Blanco y Édgar Ortiz.