El también expresidente colombiano se expresó así durante la conferencia “Relaciones Interamericanas y la integración regional en Sudamérica y el papel de Unasur en la construcción de la paz en Colombia”, organizada por la secretaría general de la Comunidad Andina (CAN).
Allí, Samper identificó los tres principales desafíos regionales como mantener el crecimiento económico, la búsqueda de un nuevo modelo que supere al de la explotación de las materias primas y la mejora en la gobernabilidad y la democracia, tras lo cual concluyó que la solución “no es desintegrarse sino integrarse aún más”.
“Lo que es nuestra mayor fortaleza, y es que somos una región rica en recursos naturales, (...) se ha convertido de alguna manera en nuestra gran tragedia, y es que nos hemos acostumbrado a vivir de lo que nos da la tierra. Y ese modelo extractivo, superar esa condición, es quizás uno de los mayores desafíos que tenemos”, recordó Samper.
Para solventar esto, América Latina debe “generar valor” en su producción, pero “a diferencia de las cadenas de valor que nos predican desde el norte” que busca suministros para “un proceso global de ensamblaje”, el objetivo debe ser “crear condiciones de valor incluyentes”, agregó.
Además, la región deberá combatir los “poderes fácticos que son actores políticos sin ningún tipo de responsabilidad política” que operan en su seno, tales como grupos mediáticos, económicos, jueces o agencias calificadoras de riesgo que “están afectando su gobernabilidad”.
En ese sentido, el secretario general de la Unasur apuntó que para avanzar con éxito, América Latina debe “tomar mecanismos concretos exitosos” de los muchos organismos y pactos de integración regional ya vigentes y coordinarlos para que formen parte de “una nueva estrategia de integración que apunte a los objetivos finales de “paz, democracia y derechos humanos”.
Así, identificó como elementos a rescatar las políticas de permisos de residencia para trabajadores de otros países aplicada por el Mercosur o las políticas de solidaridad de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) o Petrocaribe.
Otras organizaciones, como la Comunidad Andina, ofrecen valores como la “institucionalidad” y de la Alianza del Pacífico tomó sus “redes de colaboración consular y agregados comerciales”.
