25 abr. 2024

Salud mental y empleo, ¿cuánto sabemos?

“La ansiedad está en todos lados. Siempre lo ha estado. Pero en los últimos años ha dominado nuestras vidas en una forma en la que quizá nunca lo ha hecho”, así inicia su libro Deshacer la ansiedad el neurocientífico y siquiatra Judson Brewer. De hecho cataloga a la ansiedad como una epidemia de nuestros tiempos.

Desde el sector empresarial no podemos pasar por alto esta realidad y su efecto en nosotros y en nuestros equipos de trabajo. La preocupación por lo incierto ha estado al orden del día, desde el temor al contagio del Covid-19 y al desempleo, hasta las pérdidas y la acuciante presión.

Sumemos a esto que, con la expansión del teletrabajo, se logró flexibilidad pero también se generó una gran invasión de los espacios y horarios personales. Se desdibujaron las líneas de los límites y eso trajo consecuencias. ¿Alguien se puede identificar con estos síntomas?: Inquietud, fácil agotamiento, deterioro en la concentración, irritabilidad, dolores musculares y el más dañino de todos… dificultad para dormir.

Para algunos esta fase pasará, pero para otros quedará como un trastorno crónico. Según estimaciones de la Asociación Estadounidense de Ansiedad y Depresión, antes de la pandemia alrededor de 264 millones de personas alrededor del mundo sufrían un trastorno de ansiedad. ¿Se imaginan cómo escaló y empeoró esta cifra pospandemia? El Dr. Brewer tiene razón, la ansiedad está dominando las vidas.

Tanto la presencialidad, la virtualidad como el trabajo híbrido generan nuevas formas de vinculación laboral a partir de nuevas exigencias. Esto necesita una mirada de expertos que inviten al análisis de la situación tanto en Paraguay como en la región. Por eso “La salud mental y el empleo” será uno de los temas a abordarse en el próximo Congreso de Responsabilidad Social Empresarial de la ADEC el 15 y 16 de setiembre.

El 2022 nos encuentra ávidos de la reactivación y de la reconstrucción resiliente, pero a la vez es fundamental que examinemos cómo estamos debajo de la superficie, y a costa de qué seguiremos “trabajando comprometidos con la causa”.

Un primer paso que podemos dar hacia el abordaje de este tema es preguntarnos: ¿Cuánto realmente sabemos de salud mental, de ansiedad, de depresión y de trastornos? ¿Con realizar una encuesta de clima laboral basta? ¿Pensamos que podemos “arreglar a la gente” con un discurso inspirador? Mientras menos entendamos del tema a nivel biológico, sociológico y emocional más nos llenaremos la boca de palabras vacías (y de prácticas contraproducentes).

Si queremos empresas más humanas y sostenibles notemos el sufrimiento que está generando esta otra epidemia. Escuchemos lo que los especialistas en salud mental vienen advirtiendo y aconsejando hace tiempo. Empecemos por nosotros, por casa y no olvidemos cuidar a nuestro equipo. Nos necesitan más que nunca.