11 jun. 2025

Sacerdote califica de ridícula la acción de la FTC en su lucha contra el EPP

En esta última entrega revelamos uno de los capítulos más polémicos del libro Relatos que parecen cuentos, con fuertes denuncias hacia militares y policías. Su autor hoy tiene cita con el fiscal Cazal.

Despliegue.  Militares y policías, en una de las demostraciones de su poderío en las incursiones realizadas en la zona Norte.

Despliegue. Militares y policías, en una de las demostraciones de su poderío en las incursiones realizadas en la zona Norte.

“Han pasado tres gobiernos de diferentes tintes cromáticos, se han empleado tecnología de punta, armas de las más avanzadas, tanques, vehículos blindados, aviones, helicópteros, tropas de élite, etc. Y no se logró ubicar a 15 miembros de una supuesta guerrilla que deambulan, según el informe oficial, en dos departamentos, cuya superficie no sobrepasan los 45.000 kilómetros cuadrados y con cobertura boscosa raleada y dispersa”, comienza diciendo el texto en la que monseñor Pablo Cáceres y Benjamín Valiente analizan el trabajo de la Fuerza de Tarea Conjunta en la lucha contra el EPP en los departamentos de Concepción y San Pedro.

En el polémico libro, que según fuentes ya agotó los 4.000 ejemplares lanzados para la venta, compuesto de siete crónicas sobre la situación del Norte del país, dedican un apartado especial al trabajo de la FTC, cuya actuación califican de ridícula. “Bajo sus narices mataron al comisario Escurra, de Horqueta, aparentemente el único que quería hacer bien las cosas. En la noche del 7 de diciembre de 2013, se mataron entre ellos (policías y militares), en una confusa trifulca, pero el embuste oficial propalado por la prensa radial, escrita y televisiva, al unísono, hablaba de un ataque, sin ningún premio y con bajas en filas del glorioso verde olivo”, ironizan los autores en las líneas, refiriéndose al episodio donde murió el sargento primero César Antonio Fernández, en el que, según la versión oficial, hubo un enfrentamiento entre los miembros de la FTC y los del EPP. En ese entonces, el fiscal Federico Delfino había manifestado que tenían información de la existencia de un campamento guerrillero al que se aprestaron para dar un duro golpe a los extremistas, pero estos fueron alertados por el ladrido de un perro y lograron huir, dando de baja a un miembro de las fuerzas de seguridad.

“Oscuro episodio”. En el libro también se refiere a una incursión a la que consideran un “oscuro episodio”, realizado el domingo 19 de enero de 2014, donde los militares y policías irrumpieron en un partido de fútbol disputado en Arroyito. “Como si se tratara de un desembarco en Normandía, en la Segunda Guerra Mundial, la Fuerza de Tarea Conjunta había empleado todo su poder bélico. ¿Para qué? Para someter al terror a jóvenes, chicas, niños, ancianos y ancianas que se divertían sanamente en el atardecer de un verano muy caliente”, denuncian, para asegurar luego que meses después, el entonces jefe de la FTC, general Mario González, había reconocido, en una reunión, en presencia del obispo de Concepción, Miguel Cabello, que se habían equivocado en el procedimiento.

El sacerdote y el profesor se hacen eco del clamor de los pobladores del Norte, que según ellos, hace tiempo piden mayor presencia del Estado en la zona. Los autores sostienen que ante ese pedido, el Gobierno “responde con tanques, coches blindados, helicópteros, soldados y oficiales que deambulan sin saber para qué, pero con mucho flujo de dinero del presupuesto oficial”.

“VOX POPULI”. Los autores del libro insisten en su tesis de que hay abigeos, mafiosos, asesinos a sueldo y delincuentes comunes que se esconden bajo el nombre del EPP para sembrar el terror en la zona. En uno de los párrafos, aseguran que “la vox populi afirma que (los de la FTC) jamás detendrán a los del EPP, porque si lo hicieran dejarían de percibir las remuneraciones especiales por realizar sus servicios en territorios peligrosos”.