Pese a este bombardeo en la capital ucraniana, los combates más intensos tienen lugar en la ciudad de Severodonetsk, donde las tropas ucranianas recuperaron el control “de la mitad de la localidad”, aseguraron autoridades locales.
Putin advirtió que si Ucrania recibe misiles de largo alcance, “entonces sacaremos las conclusiones apropiadas y utilizaremos nuestras armas (...) para atacar objetivos que no hemos atacado hasta el momento”, según extractos de una entrevista del canal Rossiya-1.
El mandatario ruso no precisó a qué tipo de blancos se refería.
La declaración del presidente ruso se produce después de que Estados Unidos anunciara la semana pasada que proporcionará a Ucrania un sistema avanzado de misiles.
La ministra adjunta de Defensa ucraniana, Ganna Malyar, pidió este domingo un mayor esfuerzo a los países occidentales en el envío de ayuda militar.
Previamente, el alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, había informado de bombardeos en la madrugada contra dos barrios de la ciudad, los primeros contra la capital ucraniana desde el 28 de abril.
Según responsables ucranianos, los misiles rusos alcanzaron infraestructuras ferroviarias.
Rusia aseguró por su parte que, con ese ataque, destruyó blindados entregados a Ucrania por países del este de Europa.
“Misiles de alta precisión y de largo alcance disparados por las fuerzas aeroespaciales rusas sobre el suburbio de Kiev destruyeron tanques T-72 entregados por países de Europa del Este”, declaró el vocero del Ministerio ruso de Defensa, Igor Konashenkov.
Entretanto, en el corazón de Severodonetsk, ciudad estratégica en el este de Ucrania, hay “combates callejeros” en momentos en que las fuerzas rusas ejercen todo su peso para controlar el Donbás.
Los rusos perdieron terreno en esta ciudad, afirmó este domingo el gobernador regional.
“Nuestras fuerzas armadas limpiaron la mitad” de la ciudad, tras haber forzado a las tropas rusas a retirarse, dijo el gobernador de la región de Lugansk, Serguéi Gaidai.