El depósito de dichos recursos fue realizado mediante la apertura de una cuenta judicial, de modo a salvaguardar los intereses de ambas partes, ya sea del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) como contratante, o la firma portuguesa Mota Engil Ingeniería, empresa constructora, explica.
Royal Seguros SA pone en duda que la póliza debe ser cobrada por el MOPC, pero aclara que realiza el pago total del seguro, esperando la resolución definitiva del arbitraje al cual se encuentran sometidos el MOPC y Mota Engil Ingeniería.
El juzgamiento a través del arbitraje fue uno de los acuerdos al que llegaron tanto el contratista como la empresa constructora del proyecto Metrobús, el 23 de octubre del 2018, donde el MOPC y Mota Engil, tras un acta de entendimiento, decidieron dejar en manos del arbitraje esclarecer quién sería el responsable de los daños causados en esta fallida obra.
En esa misma acta de entendimiento se hicieron reconocimientos de obligaciones recíprocas aún no cumplidas, donde se decidió suspender indeterminadamente la ejecución de la obra.
La aseguradora menciona en su comunicado que un representante de la Procuraduría General de la República confirmó, el 11 de mayo de este año, la existencia de una medida cautelar dictada por el Tribunal Arbitral, donde se le ordena al Gobierno paraguayo suspender la ejecución de las garantías contractuales. “Hasta la fecha, el MOPC no ha desistido formalmente del pedido de ejecución de la garantía emitida por Royal Seguros SA”, señala.
Incertidumbre. En ese sentido, Royal Seguros SA insiste en que hasta la fecha no existe una certeza jurídica que avale que el MOPC tiene el derecho de cobrar dicha indemnización (la póliza), debido a que hasta hoy se desconoce la determinación en el arbitraje, en la cual se identifique al culpable (MOPC, Mota Engil o de un tercero) de la no conclusión de la obra Metrobús.
Es importante recordar que, pese a no concluir ni siquiera la mitad de la obra, la firma portuguesa llegó a percibir USD 30,2 millones del monto del contrato, cobrando de esa manera cerca del 60% del monto del contrato original de USD 54 millones. No está de menos señalar que el costo del proyecto fue inflado en su momento hasta llegar a USD 70,3 millones.
