03 may. 2025

Ronald Duerksen: “Agradezco a Dios por este regalo”

Marian Quiroga

En nuestro país hoy se celebra el Día del Padre. En esta fecha se recuerda la importancia del rol paterno en el cuidado y el desarrollo de los hijos y qué mejor ejemplo de acompañamiento y perseverancia que el que ofrece Ronald Duerksen, que tiene como hijo a una de las grandes promesas de la Fórmula 4.

“Quizás yo no sea la persona indicada porque no voy a ser objetivo, pero Joshua es un chico disciplinado y muy organizado”, así describe Ronald Duerksen a su hijo Joshua, el joven paraguayo corredor de Fórmula 4. SUEÑO CUMPLIDO El señor Duerksen ayudó a su hijo a forjar su gran sueño. Desde niño, a Joshua le gustaba jugar con autitos. Cuando creció pidió a su padre que le compre un karting. “Le hice caso y le compré uno a los 10 años. Desde ahí empezó a ir al kartódromo y se dieron cuenta de que era bueno girando. Tenía tres temporadas de karting aquí en Paraguay, el primer año ganó el campeonato y así se generó su pasión por los autos de fórmula”, cuenta el padre. Ese fue el empujón que el joven competidor tuvo para abocarse de lleno a la pasión que tenía desde chico. “Después se fue a competir a Formosa, Argentina, donde ganó el campeonato y después lo llevamos a probar autos de Fórmula 4 a Dubái y Brasil. Luego fue a Francia e Italia y como sus registros eran suficientemente buenos, entonces optamos por seguir la carrera, firmar contratos y correr en la Fórmula 4, a los 15 años”, menciona el modesto padre. Con humildad, Duerksen cuenta que no tenían previsto que Joshua llegue hasta donde se encuentra en este momento. “Era muy novato y nosotros tampoco teníamos experiencia. Solamente sabíamos que a él le gustaba muchísimo el auto de fórmula, entonces hicimos lo posible para que compita en Europa. Él estaba superfeliz”, relata. Ronald y su esposa Romy depositaron toda la confianza en su hijo. “No nos ha defraudado nunca, en todos estos años en ese sentido es un chico bien educado, no suena bien que yo te lo diga, pero es así”. ACOMPAÑAMIENTO Antes de competir, Joshua vivía con sus padres y hermano en Asunción. Ronald confiesa que para la familia no fue nada fácil que uno de sus miembros partiera rumbo al Viejo Continente. “Él vivía solo en el taller del equipo, tenía una oficina que servía de dormitorio, cocina y comedor, todo para ahorrar costos y básicamente era ese el motivo”, reflexiona. En esa transición, el padre siempre acompañó y apoyó a su hijo. Está de más decir que es el promotor principal del piloto. “Joshua tenía que vivir en Europa, nosotros lógicamente viajábamos de vez en cuando para acompañarle”. El padre menciona que se encargó de educar a sus hijos con principios bíblicos. “En casa somos seguidores de Cristo, yo personalmente sé que es una obligación nuestra educar a los hijos en casa y no dejar la educación de los chicos a cargo del colegio o mucho menos a cargo de la sociedad, esta es mi profunda convicción, pero repito con limitaciones con errores de nuestra parte no podemos pretender ser modelos”, expresa. Se describe como un padre orgulloso de sus hijos, pero siempre dentro del marco razonable de humildad. “Me llena un cierto orgullo, una gratitud, soy un privilegiado por tener a estos chicos y agradezco a Dios por este regalo”, dice emocionado. Además confiesa que aún no pierde los nervios cada vez que su hijo está compitiendo en una carrera. “No logro acostumbrarme ya son más de tres años y en cada carrera las pulsaciones van arriba. Pienso en mi hijo sentado en un auto de carrera siendo un embajador deportivo, un representante que busca honrar la bandera paraguaya, eso genera un cierto orgullo pero también nervios”, reconoce. Hoy, la familia Duerksen celebrará el Día del Padre separada, ya que Joshua debe competir en Holanda. “Probablemente vamos a hacer un asado, descorchando un buen tinto y brindar. Los chicos estarán juntos. Pero vamos a apoyarle a full con nervios como cada vez que corre”, finaliza.


VALIOSO. El rol paterno juega un papel muy importante en el desarrollo de los hijos.