@Encisoclarisa
El músico, cantante y guitarrista Rigoberto Arévalo falleció ayer lunes 15 de diciembre, a los 83 años, luego de permanecer hospitalizado por complicaciones de salud. Su partida enluta al ámbito cultural paraguayo y deja un profundo vacío en la música popular del país.
Arévalo se encontraba internado en un hospital privado tras haber ingresado días atrás por un cuadro de pancreatitis, situación que mantuvo en vilo a familiares, colegas y seguidores. A lo largo de su internación, su familia había compartido mensajes de gratitud por el acompañamiento recibido, destacando el cariño del público y la atención médica brindada.
“Mi pelado, mi viejito hermoso, campeón y maestro… ha cambiado el escenario por una cama de hospital”, expresó días antes su hija Cynthia Arévalo de Espinoza, en un emotivo mensaje en el que agradecía las oraciones y muestras de afecto hacia el artista.
Sentida despedida. La Asociación de Músicos del Paraguay (AMP) utilizó sus redes sociales para manifestar su profundo pesar por el fallecimiento del querido maestro, quien era miembro de la Comisión Directiva y Socio Vitalicio de la institución.
“Rigoberto Arévalo fue un referente indiscutido de nuestra cultura, dejando una huella imborrable a través de su trayectoria y de su querido grupo ‘Rigoberto Arévalo y su Trío’”, señaló el comunicado, expresando condolencias a sus familiares y a toda la colectividad artística.
El ex ministro de Desarrollo Social, Cayo Cáceres, lo despidió con sentidas palabras también en sus redes sociales “Maestro que nos llenó de orgullo y alegría. Por siempre en nuestro recuerdo por su gran legado cultural”.
Por su parte, el músico y compositor Lobo Martínez compartió con ÚH unas memorias “Lo conocí a los 18 años, cuando compartimos en el Restaurante Paraguay. Yo tenía a mi cargo la dirección musical del mencionado restaurante (...) el querido Rigoberto Arévalo fue quien más me apoyó, atendiendo a mi poca experiencia en aquel momento. Me enseñó a hacer el nudo de la corbata, detalle que nunca olvidé.”
Manifestó que por esas cosas del destino, son vecinos desde hace más de 30 años. “Vi crecer a sus hijos desde su nacimiento y ellos a los míos. Hace solo dos semanas estuvimos compartiendo el homenaje a Marcos Brizuela en el CCPA.”, recuerda y agrega que aún no puede asimilar la tristeza que le causa perder a su amigo.
“Todavía no lo puedo creer, no puedo asimilar la tristeza, consternación y congoja que me produce su fallecimiento. Una tremenda pérdida para el arte nacional y, en lo personal, se va uno de los pocos amigos que pude cosechar en estos largos años con la música. La tristeza no tiene final”, finalizó.
Para muchos, Rigoberto Arévalo fue más que un intérprete; fue un maestro y referente cultural, cuyo compromiso con la música y la identidad paraguaya se expresó en cada escenario que pisó.
Una vida dedicada a la música
Nacido en Villarrica el 29 de enero de 1942, se vinculó a la música desde muy niño. En la década del 50, fundó el trío Los Bemoles con el que realizó giras nacionales e internacionales durante más de tres décadas. En 1984 creó el Trío de Siempre, con el que grabó cerca de diez discos.
Su carrera lo llevó a escenarios de América y Europa donde recibió premios en festivales y fue un referente clave en la difusión de la guarania y la música popular paraguaya.
