09 ago. 2025

Rezo musulmán en Santa Sofía reúne a miles de personas

Reconversión. Los musulmanes aguardan para la primera oración en Santa Sofía.

Reconversión. Los musulmanes aguardan para la primera oración en Santa Sofía.

El primer rezo musulmán comunitario de Santa Sofía en casi un siglo, inaugurado el viernes por el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, se tornó un acto multitudinario de reivindicación nacional y religiosa.

Erdogan llegó al recinto sobre las doce del mediodía, una hora antes del momento de la oración, cuando en las explanadas delante del monumento más emblemático de Estambul ya había decenas de miles de personas preparadas para el rito.

Desde temprano afluían muchedumbres a la zona, entre ellos personas de toda Turquía que habían llegado con autobuses fletados por organizaciones islámicas.

Erdogan aseguró ante las cámaras que “según cifras oficiales, 350.000 personas participaron en la oración”, aunque los espacios acordonados, incluso añadiendo varias avenidas cercanas, no alcanzan los cien mil metros cuadrados. El mandatario leyó la fatiha, la primera sura del Corán, antes de ceder el protagonismo a Ali Erbas, jefe de la Diyanet, el organismo público gestor de mezquitas, quien pronunció la prédica y dirigió la oración.

SIN JEFES DE ESTADO. El acto no contó con la presencia de otros jefes de Estado, aunque se había especulado antes con la participación de los máximos cargos de Catar y Azerbaiyán, y tampoco fue a rezar el primer ministro libio, Fayez al Serraj, que se halla ayer en Estambul. Si bien la Iglesia ortodoxa, tanto la griega como la rusa, han criticado la reconversión de Santa Sofía en mezquita, aludiendo a su origen cristiano bizantino, para la oposición turca, el gesto es más bien un desafío contra el orden laico de la República creada en 1923.

Construido en el siglo VI, la basílica fue convertida en mezquita tras la toma de Constantinopla por el sultán otomano Mehmet el Conquistador en 1453, pero el fundador de la República, Mustafa Kemal Atatürk, impulsó la secularización del edificio en 1934, que pasó a funcionar como museo.

Dado que el islam no permite imágenes en los templos, las autoridades turcas han instalado un sistema de cortinas móviles sobre raíles para ocultar los mosaicos y frescos durante el tiempo que dure el rezo. En cuanto termina se retiran las telas para que los visitantes pueden apreciar la belleza artística de las imágenes, incluidas la de la Virgen y los serafines. A partir de ahora, el acceso al recinto será gratuito, al igual que ocurre con las demás mezquitas históricas de Turquía.