El Decano tuvo momentos de buen juego asociado, en especial en el primer tiempo, donde nuevamente los jovencitos se encargaron de llevar el balón. La sociedad entre Braian Ojeda y Ramón Sosa se luce, ambos con la mente fría y el pie bien caliente para hacer jugadas magníficas.
De una jugada de altísimo nivel de Ojeda, al dejar pagando a su marcador, habilitó a Silva y este con un centro atrás a Sosita, que con toda la calma en el área giró sobre su eje, anuló a Cáceres y convirtió el primer gol.
Con la ventaja y casi en modo copero, Olimpia aguantó los embates de Cerro, que se lanzó en la complementaria a atacarlo desde todos los sectores; algo que debe ser un llamado de atención para Gorosito, ya que otro rival con mejor puntería puede hacerle más daño y ganarle. Pero al Ciclón le faltó eso, mayor remate de fuera del área y puntería para marcar.
De los otros puntos altos de Olimpia, Alfredo Aguilar. El arquero estuvo extremadamente seguro, no dio rebotes, y cuando vio que su defensa era vencida, no titubeó para salir a adueñarse del balón.
A no olvidarse de Roque Santa Cruz, entregado al juego del equipo, marcando en el mediocampo; en la defensa, sacó dos goles claros a Cerro, algo atípico para un delantero.
OTRO RITMO. En el Ciclón se notó la falta de la defensa titular, los desacoples en las marcas lo hicieron pagar muy caro. De lo positivo, Claudio Aquino, infatigable para crear ocasiones de gol y llevar peligro, un gran jugador que solo no pudo hacer más.
Alfredo Aguilar
El portero respondió en todas las acciones que se lo llamó. A través de su seguridad se forjó la victoria del Decano.
Olimpia venció 2-0 a Cerro a pura contundencia y efectividad.
El Ciclón sumó solo 1 de los últimos 9 puntos; el Decano en franca mejoría.
438
minutos con el arco en cero tiene Alfredo Aguilar en lo que va del torneo defendiendo al Decano.
310
clásicos se disputaron a nivel local, con 108 victorias de Cerro Porteño, 107 de Olimpia y 95 empates.