La epidemia del dengue satura la demanda de diálisis en el Hospital Central del Instituto de Previsión Social (IPS), por lo que se decidió derivar a casi 30 pacientes ambulatorios del Servicio de Nefrología a servicios tercerizados de diálisis. Los enfermos se oponen a recibir asistencia en los privados.
Las salas de internaciones y de terapia intensiva están saturadas de pacientes que sufren disfunción renal aguda relacionada con el dengue grave y enfermos renales, que requieren el tratamiento de diálisis para seguir viviendo. Hay 11 en terapia intensiva y 40 internados que se dializan, explicó el doctor Roger Ayala, jefe de Departamento de Medicina Interna de la previsional. Solo se dispone de 23 máquinas para pacientes pediátricos y 100 pacientes renales adultos del Hospital Central.
Esta situación incidió en que un grupo de pacientes cierren ayer la entrada al Servicio de Nefrología del Hospital Central como protesta para manifestar la oposición de recibir asistencia médica en el privado y denunciar un supuesto negociado en la derivación de renales.
El principal temor de los asegurados es que se registren casos similares del supuesto contagio con hepatitis C que ocurrió en un servicio tercerizado en el año 2017, al cual eran derivados los renales. Los pacientes ambulatorios fueron notificados sobre la derivación y deben elegir un servicio privado de su preferencia.
PANORAMA
Más allá de la oposición de los enfermos renales, la situación es crítica debido a que se registran pacientes “normales o sanos” que con el dengue grave presentan disfunción renal aguda, por lo que requieren diálisis. “Tenemos muchísimos pacientes en terapia intensiva y en internaciones. Teníamos luego mucho y ahora con el tema dengue se complicó más. El requerimiento de terapia intensiva y de internados no está pudiendo ser cubierto con las máquinas que hay”, explicó el doctor Roger Ayala. Hace más de un año que se solicitan más máquinas de hemodiálisis para abastecer la demanda en el Hospital Central.
Un total de 30 máquinas en comodato fueron adjudicadas y serán instaladas recién en un plazo de 60 días. “Son cuestiones administrativas que están ajenas a la parte de blanco. Es una cuestión médica la nuestra, no administrativa. Las prioridades son con los internados, críticos, terapia, cardiocirugía”.
Debido a la alta demanda, se optó por la derivación de pacientes renales ambulatorios; estables y jóvenes, al servicio tercerizado. Se cuenta con cinco centros privados que absorben a casi 300 asegurados, dijo el doctor Ayala. Mediante la posibilidad de un contrato abierto, se da la opción de acudir a estos centros médicos de manera temporal para las sesiones de diálisis.
“Realmente no damos más abasto. Ahora con el dengue es todo un tema. Como tenemos ese contrato abierto afuera proponemos que los pacientes estables vayan. Esto es temporal hasta tener las nuevas máquinas”, aclaró el doctor Ayala y destacó que entiende que los asegurados prefieren la Central, pero es una situación de emergencia. En el Hospital Central se necesitan más de 40 equipos para abastecer la demanda.
ATAQUE AL RIÑÓN
Muchos pacientes sanos están sufriendo fallas renales y requieren sesiones de diálisis. “El dengue también tiene mucho que ver, hay nefritis e insuficiencia renales. Hay pacientes renales que son afectados por dengue, que son los dializados, y hay pacientes normales o saludables con otras patologías que se infectan con dengue y afectan el riñón. Personalmente estoy viendo acá y en el privado casos de falla aguda renal por dengue y que necesitan diálisis”, señaló el doctor Ayala.
Hay casos en que los pacientes quedan con secuelas en el riñón tras un dengue grave y otros que recuperan la función sin problemas.