La chilena Congregación de las Hermanas del Buen Samaritano lamentó ayer los abusos denunciados por ex monjas, y solicitó a la Justicia que se investiguen estos hechos en que aparecen involucrados sacerdotes que tenían a su servicio a las afectadas.
“Estos últimos días hemos tenido momentos de mucho sufrimiento como Congregación de las Hermanas del Buen Samaritano. Hermanas que pertenecieron a nuestra congregación han hecho acusaciones en medios de comunicación social, algunas de ellas muy graves”, afirmaron en una carta.
Las religiosas señalaron que “el sufrimiento de ellas nos duele y nos lleva a tomar medidas para evitar que situaciones como esas se vuelvan a repetir”.
Las Hermanas del Buen Samaritano advirtieron que ninguna de estas acusaciones de connotación sexual fueron investigadas por los organismos o instituciones pertinentes.
“Estas acusaciones deben ser investigadas y estudiadas, para que aquellas prácticas que son verídicas sean sancionadas debidamente, y para descartar aquellas denuncias que se alejan de la verdad”, enfatizaron.
El pasado 25 de julio, un grupo de monjas que dejaron la Iglesia Católica denunciaron haber sido “por años abusadas sexualmente por curas y desoídas por las autoridades eclesiásticas en la congregación Hermanas del Buen Samaritano”, en la región chilena de Maule.
En declaraciones al programa de investigación periodística Informe especial, de la televisión chilena (TVN), las religiosas aseguraron haber sido también víctimas de abusos laborales en el convento situado en el municipio de Molina, a 210 kilómetros al sur de Santiago.
Agregaron que tras denunciar los abusos a sus superioras, fueron castigadas y unas 23 religiosas fueron expulsadas de la congregación sin ninguna compensación.
Por otra parte, el arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, dijo que no encabezará el tedeum de las fiestas patrias de Chile. efe