25 abr. 2024

Reforma

Raúl Ramírez Bogado – @Raulramirezpy

A semanas de cumplirse 28 años de la jura de la Constitución, un grupo de intelectuales y académicos lanzó un manifiesto donde reclama un nuevo pacto social para el futuro. Parte de varios ejes para reformar el Estado.

Entre ellos están un Estado fuerte, autónomo y eficiente, una Justicia confiable y efectiva, un sistema electoral saneado, un sistema tributario justo, una reforma del sistema de salud y la reforma educativa para el futuro. Además, plantean un sistema de protección social que garantice la vida digna, un pacto de justicia social y un compromiso medioambiental. Aclararon a los medios que ellos no quieran cambiar la Constitución sino que se cumpla la actual.

Para mí, creo que sí tenemos que reformar nuestra Ley Suprema, en varios aspectos, para adecuarla a la realidad actual, y eso se dará aprendiendo de nuestros errores.

Hay que partir de la base de que cuando se realizó la reforma constitucional en 1992, veníamos de largos años de dictadura, con lo que los convencionales constituyentes querían asegurarse de no volver a repetir la historia.

Es así que establecieron varios puntos relacionados directamente con la división de poderes. Quisieron evitar el predominio del Ejecutivo sobre los demás, pero lo que hicieron fue crear un desequilibrio que favorece al Legislativo en detrimento de los demás.

En una reforma constitucional se deberá también corregir esos errores, para un Estado más equilibrado y justo. Me refiero específicamente a la composición del Estado.

Hago algunas sugerencias desde mi humilde posición. Así, de la experiencia de todos estos años de posteriores a 1992, siempre hubo desequilibrio porque los presidentes de turno buscaron una reelección.

En nuestras anteriores constituciones tuvimos esta figura, y los países más adelantados lo tienen. Para eliminar el problema que nos costó incluso vidas inocentes, deberíamos tener la reelección para el presidente, por un periodo consecutivo o alternado. El actual primer mandatario ya dijo que no buscará la reforma para ser reelecto. En todo caso, que se diga expresamente que será aplicable recién para el próximo para los que se oponen tenazmente, pero no podemos ser tan necios.

Además, hay que eliminar la figura del vicepresidente de la República, los que, a lo largo de estos 28 años, trajeron más peleas que aciertos con el presidente de turno. También a los gobernadores y las juntas departamentales, que por lo visto nada hacen por sus departamentos.

Con respecto al Congreso, habría que aplicar la misma figura y limitar la reelección de senadores y diputados a dos periodos como máximo. Además, hay que quitar más poder del Parlamento, que puede enjuiciar al presidente y a los ministros de la Corte, pero ellos solo se autocontrolan, lo que hasta ahora, lo hicieron muy mal, por los ejemplos que tenemos.

En ese sentido, habría que aclarar la institución del juicio político. Me parece más justo si se incorpora una figura similar a la revocatoria de mandato, donde sea el pueblo el que vote por sacar o no a un presidente, y que no sean solo los senadores, quienes decidan por todo un país. Que los diputados acusen si hay motivos, y el Senado juzgue, pero que la destitución se decida en un referéndum para que tenga legitimidad.

También se debería eliminar el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados, que hasta ahora, fue más un órgano de apriete a fiscales y jueces que otra cosa. Lo menos que tuvieron fueron juicios justos. O en todo caso, sacar a los políticos.

Sobre el Poder Judicial, sería bueno que se aclare de una buena vez si lo ministros son electos hasta los 75 años o solo por 5 años, según la interpretación de la Corte o del Congreso. Para mí, la seguridad en sus cargos, hará que no esten bajo la influencia política y hacerlos independientes.

Lo concreto es que, por ahora, urge reformar el contrato social actual, donde lo esencial es pensar lo mejor para el país.

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