06 jun. 2025

Recordando el Bicentenario

Ramos generales

Hace un año, Asunción era una fiesta.

La gente inundaba las calles, visitaba la Casa de la Independencia y se tomaba fotos frente al Panteón de los Héroes y El Palacio de Gobierno.

Sobre todo, recorría zonas de la ciudad donde, normalmente, no se puede.

De alguna manera, la ciudadanía recuperaba un territorio.

El ambiente era de alegría y había una sensación de estar en familia, entre amigos.

Flameaban las banderas y el uniforme de todos era la albirroja.

Hace un año celebramos el Bicentenario de la Independencia y la gente nos daba una sorpresa.

Asistía a los eventos, disfrutaba de los espectáculos y nadie se peleaba con nadie.

En aquel Mayo, ni los políticos incidentaron. Fue una fiesta, la fiesta de la gente.

Lástima que las autoridades no hayan tomado nota de lo que sucedió hace un año en las celebraciones del Bicentenario.

La ciudadanía estaba ávida de tener un motivo para celebrar; quería salir a la calle, compartir con los amigos de ayer y de hoy, y caminar simplemente por las calles de la ciudad.

Harta de sus absurdas disputas por zoquetes, millones y cupos de poder, la gente lo que quiere es reunirse en la plaza, escuchar un concierto o bailar al ritmo de la Banda Koygua del maestro de la música y el saxofón Alejandro Cubilla.

LA COSTANERA. En medio del jolgorio del Bicentenario, la ciudadanía demostró también lo ávida que estaba de acercarse al río.

El Parque Bicentenario fue habilitado en parte, e inaugurado por miles de paraguayos, que estábamos maravillados de aquel espacio tan cercano al río.

Un año después, seguimos esperando a que terminen de construir la Avenida Costanera.

Ese Parque junto al río es una de las utopías de la ciudad de Asunción.

Sabemos que los asuncenos siempre nos llevamos mal con nuestro río, pero parece que es posible que esta vez se termine la obra que nos acercará definitivamente a él.

Ahora que tanto se debate sobre los espacios públicos como un derecho ciudadano, vale la pena volver a recordar la utópica Costanera de Asunción.

Y vale la pena volver a reivindicar el derecho que tenemos de disfrutar de un parque al lado del río.

Un lugar que sea de todos.