Informes de prensa han dado cuenta de la importancia de los montos de dinero que anualmente esas personas han remitido a sus familias residentes en Paraguay. Así, el sacrificio de quienes trabajan fuera del país rinde frutos para los que quedan aquí, a pesar de la crisis económica, las pandemias, los desaciertos políticos, representando las trasferencias un apoyo sumamente importante para la economía nacional.
Esos paraguayos y paraguayas que tuvieron que emigrar mayormente por falta de trabajo y no debido a causas políticas, desempeñan un silencioso papel extraordinariamente importante para sobrellevar las necesidades de sus familiares. Sin embargo, ese rol tan destacado no siempre ha sido considerado por las autoridades del organismo electoral, que recién los habilitó para ejercer sus derechos al voto en forma casi reciente.
Otra cuestión que surge de los datos publicados guarda relación con el mayor porcentaje de votantes femeninas por sobre votantes masculinos. Esto con seguridad tiene que ver con las históricas campañas que se vienen desarrollando en favor de la participación política de las mujeres incluyendo la paridad en las candidaturas plurinominales.
El voto de los compatriotas en el extranjero, es un derecho que debe ser protegido y estimulado siquiera en compensación de sus esfuerzos y al mismo tiempo dar la bienvenida a la participación de las mujeres en la política en la convicción de que más allá del aporte político, las mismas puedan elevar la discusión, aportando respeto por la opinión contraria y devolver la jerarquía al debate institucional.
El voto de compatriotas en el extranjero es un derecho que debe ser protegido y estimulado.