En un momento entusiasta, las personas privadas de libertad tuvieron el privilegio de disfrutar de unos minutos de aprendizaje con Zenón, llegado desde España.
El hombre trajo toda su experiencia en el juego para plasmar en los tableros.
Durante el gran encuentro de camaradería, el campeón llevó un profundo y sentido mensaje para los internos que fue mucho más allá de las mesas, ya que supo explicar que el ajedrez no es un juego cualquiera, que, si se toma en serio y con disciplina, puede hasta cambiar vidas.
“Ocupa su tiempo en algo positivo, porque es muy placentero, el aprender cosas es maravilloso y el ajedrez es muy rico, tiene belleza adentro, pero como todo, hay que aprender para captarlo. Entonces, que le puedan dedicar tiempo al ajedrez para ellos creo que es muy provechoso”, señaló.
Con varios libros en su haber, Zenón Franco demuestra que el ajedrez va vinculado estrechamente a la cultura, al aprendizaje y al continuo crecimiento integral del ser humano.
No es la primera vez que el campeón lleva su mensaje a penitenciarías con el ajedrez como principal herramienta de superación. Tiempo atrás también compartió con PPL de la Penitenciaría Nacional. “Me alegra que hayan elegido el ajedrez como pasatiempo, espero que les sea útil y que haya más gente que aprenda ajedrez”, agregó.
Zenón Franco Ocampos, medalla de oro en las olimpiadas del 82’ y 90’, es hijo dilecto de Asunción desde el 2001; jugó contra cinco campeones mundiales y su récord de juegos simultáneos supera los treinta contenedores que lo desafiaron al mismo tiempo.