“La resurrección de Cristo es el anuncio de que todo lo que el hombre ama, lo que más desea, no se acaba en la tumba. Por eso la resurrección viene a responder al deseo más profundo del hombre, de la persona”, explicó el padre Aníbal Amarilla, en torno al significado de la Pascua que celebra la Iglesia Católica.
Añadió que el misterio de la resurrección del hijo de Dios abre la posibilidad al ser humano de que aquello que más ama “puede ser para siempre, no por obra suya, sino por gracia de Dios”, y por ello la conciencia del cristiano debe estar marcada por el gozo.
“Cristo resucita para dar al hombre, para devolverle al hombre su verdadera estatura; en Él tiene significado todo el hombre, porque el valor infinito de la persona humana lo da Dios, no lo tiene el hombre por sí mismo”, remarcó Amarilla.
El sacerdote añadió que la resurrección es el fundamento de la fe cristiana, ya que junto con la encarnación es el misterio más grande que existe.
“Jesús resucita y nosotros resucitaremos como Él, es decir, Cristo, derrotando la muerte nos abre la posibilidad de la vida eterna, de la vida bienaventurada, de la comunión plena con Él”, apuntó el consagrado.
ALEGRÍA. El sacerdote subrayó que la resurrección del Hijo de Dios, que se hizo carne, humano como todos, define la postura del cristiano, que debe caracterizarse por el gozo y la alegría.
“Lo que marca la vida cristiana es la resurrección, la cuaresma y toda la pasión tienen sentido por la resurrección, somos atraídos por la resurrección”, apuntó.