“El Gobierno español apoya e incentiva el turismo receptivo, aquel que se realiza de acuerdo a las condiciones legales, que son mínimas, pero el país tiene todo el derecho de rechazar a los falsos turistas por el daño que puedan causar al país y a los propios afectados”, afirmó ayer Begoña Puig, vocera del Consulado de España en nuestro país.
Rechazó la acusación de maltrato que denuncian algunas personas deportadas y dijo que se trata de reacciones normales de gente que no ha podido pasar el control de migraciones.
“Los verdaderos turistas y las personas que van a estudiar, a especializarse, a realizar otro tipo de actividades culturales, deportivas, etc., no tienen ningún problema, jamás lo tuvieron”, expresó.
CONTROL. Comentó que la manera más práctica y formal para entrar a territorio español es contar con una autorización del Consulado, lo cual se da en el caso de ciudadanos de países que, como el Paraguay, no necesitan aún visa.
“Lógicamente, las personas que dicen ser turistas pero resulta que no tienen forma de justificarlo, corren el riesgo de ser deportadas”, precisó.
Begoña Puig puntualizó que los funcionarios de migraciones de España son profesionales.
“Ellos no necesitan maltratar a nadie y les basta con hacer algunas preguntas estratégicas para saber la verdad acerca de una persona que quiere ingresar al país por el sistema de control”, alegó.