“Las autoridades de nuestro país nada están haciendo para evitar el auge masivo de compatriotas que van a Argentina y España en busca de trabajo”, dijo ayer el sociólogo Tomás Palau.
Observó que el Gobierno más bien da muestras de que ignora la gravedad del problema, concentrando su atención en otras cosas.
Entiende que para enfrentar la situación no basta con crear fuentes de trabajo sino modificar el modelo económico vigente, basado actualmente en la agroexportación y la actividad ganadera “que no utilizan mucha mano de obra”, señaló.
“La expulsión del campo de las personas en edad de trabajar ejerce una fuerte presión sobre los mercados laborales, que de esta manera se ven colmatados e impactan a su vez en el aumento del flujo migratorio”, afirmó el sociólogo.
Explicó que el fenómeno de paraguayos y paraguayas que salen del país apurados por la necesidad de trabajar se ha convertido en un drama social y económico que requiere la atención especial de las autoridades del Gobierno.
ÉXODO. Datos estadísticos revelados por Última Hora en base a informes de la Dirección de Migraciones señalan que este año salieron del Paraguay por el puesto fronterizo de Falcón más de 161 mil personas con destino a Buenos Aires (Argentina) y no regresaron alrededor de 80 mil.
De enero a marzo de este año hicieron gestiones para obtener pasaporte 110 mil personas.
Las salidas de colectivos de larga distancia con destino a la capital argentina aumentaron a 7 viajes más por día también a partir de enero, mientras los vuelos a España salen por el aeropuerto Silvio Pettirossi cargados con jóvenes que van en busca de trabajo.
“En su mayoría, se trata de migrantes expulsados del país por la falta de oportunidades laborales”, remarcó Palau.
Explicó que la migración reflejada en las diarias partidas de pasajeros rumbo a Argentina y España y publicada en los medios es la manifestación de un problema social causado por la desocupación, “que en definitiva se convierte en la madre de todos los males”, concretó el analista.
La decepción
“Me siento destrozada. Migraciones de España selecciona caprichosamente quiénes van a pasar el control y quiénes no. Las paraguayas por lo general no pasamos”, dijo la deportada Silvia López al llegar al aeropuerto de Luque.
Aseguró que pagó 1.500 dólares por el boleto de avión y que además tiene deudas que debe enfrentar.
“Tengo deudas que pagar, pero no sé cómo, porque no tengo trabajo. Yo le culpo al presidente Duarte Frutos por toda esta situación, porque no crea fuentes de trabajo”, acusó la joven.
Derechos de los migrantes
1- En caso de necesidad, recibir auxilio inmediato en su salud y sus derechos humanos por parte de las autoridades del país donde se encuentran.
2- Ser tratados como ciudadanos sin importar su situación legal.
3- No ser discriminados.
4- Estar protegido de cualquier tipo de daño, tener derecho a la confidencialidad de los datos que provee, y al conocimiento de todas las medidas de asistencia que le afecten.
5- Las autoridades del país donde residen los migrantes tienen la responsabilidad de proteger a las víctimas de irregularidades o maltratos y a testigos involucrados en eventuales procesos jurídicos.
6- Si la víctima se trata de un niño o niña, tiene derecho a que todas las medidas de auxilio garanticen su bienestar superior.
Consideraciones
1- La entrada legal a un país no garantiza que la persona esté protegida de algún tipo de explotación y redes de trata de personas.
2- El trabajo sexual es una explotación contra su integridad y sus derechos fundamentales como seres humanos
Fuente: Organización Internacional para las Migraciones (OIM)