Por Patricia Figueredo
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Lo conoce solo por fotos. Desde el día en que nació nunca pudo sentir el calor de su piel o escuchar su llanto a la madrugada.
Tampoco pudo escuchar sus primeros balbuceos intentando pronunciar palabra alguna. Y le gustaría saber a quién llama papá en estos momentos. Tampoco pudo probar alguna vez cambiarle los pañales, o ver su tierna sonrisa de bebé.
Víctor Rodas es un joven papá a quien una circunstancia adversa de la vida le negó tener contacto con su pequeño.
“Quiero recuperar a mi hijito, quiero que me devuelvan mi bebé”, implora con tono impaciente.
A poco tiempo de cumplir los 9 meses, el bebecito ya tuvo dos familias cuidadoras, y ninguna de ellas está conformada por sus parientes biológicos.
ABANDONO. Por motivos muchas veces incomprensibles, el niñito fue abandonado al poco tiempo de nacer, sin que su papá estuviera enterado siquiera de que esperaba un descendiente.
El joven padre comenta que la mamá de su pequeño entró en una depresión posparto, y esta es la razón que la empujó a abandonar a su niño.
UN GRAN ERROR. Victor explica que esta decisión de la mujer fue por no sentirse capaz de cuidar y dar todo lo necesario al bebé, pues en aquel momento ya se había separado de él y se sintió sola.
Hoy, la madre, Leticia Sandoval, reconoce con gran pesar el gran error que cometió al desprenderse de su hijito, si bien asume que lo hizo en “un lugar a donde concurrían personas de muchos recursos económicos. Sé que hice mal, asumo mi responsabilidad”, dice y deja ver su pesar por lo cometido, entre cada frase pronunciada.
El papá lleva adelante esta lucha y asegura que desde hace casi 6 meses no saben ni él ni la madre absolutamente nada del bebé, porque no tienen ningún informe por parte del juzgado que lleva el caso.
“Hasta los 3 meses nos daban informes con una foto de mi hijo, pero después ya no hubo nada. Es más, el caso está dividido en varios juzgados, no se está tratando debidamente”, reclama Rodas.
Incluso se cuestiona que la persona que actualmente está en carácter de guardadora de la criatura pida la pérdida de la patria potestad de la mamá y el desconocimiento de filiación de los padres.
"¿Por qué la guardadora va a pedir la pérdida de la patria potestad de la madre y el desconocimiento de filiación? Eso nos hace pensar que ya hay intenciones de dar a nuestro hijo en adopción a esta mujer”, se pregunta preocupado.
REGIDOS POR LEY. Según Magui Palau, directora del Centro de Adopciones dependiente de la Secretaría Nacional de la Niñez y la Adolescencia, en este tipo de situaciones la ley indica que hay un periodo de 90 días para encontrar a los padres y 45 días para hacer un régimen de relacionamiento.
Pueden ser los padres, abuelos o tíos, quienes quieran hacerse responsables de la criatura.
“Dentro de ese plazo de 90 días, tanto la mamá como yo nos encontramos dentro del Centro de Adopción solicitando que nos devuelvan a nuestro hijo”, comentó Rodas.
Ante la ley no existe una aplicación coherente que impida que el niño vuelva a su seno familiar.
Es más, Palau afirma que desde el Centro de Adopciones, la última opción es recurrir a la adopción.
Palau destaca que todo está en manos del Poder Judicial.
“Nosotros como centro ya dimos por terminado el trabajo, ya le informamos al juzgado en noviembre del año pasado y la decisión final está en manos del Poder Judicial”.
La jueza que llevó el caso desde el principio es María Rosa González, de niñez y adolescencia. Intentamos comunicarnos con ella pero no se pudo.
ADOPCIONES. La ley establece que cuando hay una situación de abandono, el Centro de Adopciones debe trabajar en la búsqueda y localización de la familia de origen. Asimismo, una vez que se la encuentre se debe fomentar que el niño vuelva a vivir con algún miembro de su familia de origen, siempre y cuando las condiciones estén dadas.
Victor Rodas manifiesta que ya se sometió a todas las exigencias en materia de visita de orientadores, asistencia sicológica, y asegura que seguirá luchando.
NACIONES UNIDAS CRITICA EL PROCESO PARAGUAYO
El Comité de las Naciones Unidas envió recomendaciones a Paraguay, específicamente en el área de adopción.
En el informe, el organismo manifiesta su preocupación por la cantidad de tiempo que se toma el Poder Judicial en estas situaciones, sobre todo porque existe una ley que establece los plazos.
“En este caso en particular hace demasiado tiempo que el Poder Judicial debería haber definido”, señala Magui Palau, directora del Centro de Adopciones dependiente de la Secretaría Nacional de la Niñez y la Adolescencia, refiriéndose al caso tratado.
Lo segundo que plantea el comité es que los jueces no pueden entregar a niños en adopción cuando ese niño no llegó a la etapa de adopción.
Paraguay firmó su aprobación en aquella convención y la ratificó en el año 90. Es decir, es una normativa más, además de las leyes y códigos locales que respaldan el caso Rodas.