25 abr. 2024

Queridos Reyes Magos…

Queridos Reyes Magos:

Ya estarán muy ocupados cargando sus alforjas con todos los pedidos que han recibido, pero espero tengan un ratito de tiempo para leer esta carta antes de su partida.

Les quiero decir que me porté muy bien este año. Bueno... al menos más bien que mal. Fue un año muy difícil para mí, primero con grandes inundaciones, luego una larga y dura sequía, y, para colmo, la terrible pandemia que hasta ahora me tiene postrado.

Cuando esta comenzó, seguí todos los consejos del médico y me encerré en casa, y de esa forma controlé las infecciones al nivel más bajo del continente. Esto me dio tiempo para prepararme mejor y comprar los remedios y equipos para tratar la enfermedad. Les confieso que, con el apuro, tuve unos tropiezos, y no cuidé tan bien como debía el dinero que me habían dado. Algunos de mis amiguitos se aprovecharon de mí y me estafaron. Les prometo que no fue a propósito, y que les daré una paliza a los responsables.

Quiero que tengan en cuenta que fui muy solidario: pedí dinero prestado, y una buena parte repartí a los más necesitados para que puedan comer, y así también sostener a la economía. Hice también muchas otras cosas buenas que no les cuento aquí, porque ustedes son magos muy sabios y conocen todo. Por favor, no crean todo lo que sale por la radio, la tele y Twitter. No soy tan cabezudo como ellos dicen, y no sé por qué solo hablan de mis travesuras y nunca se acuerdan de mis aciertos.

Entonces, queridos Reyes Magos, de tantas cosas que quiero, elegí estas que espero me traigan:

Una mejor Justicia. Me dio envidia ver cómo mi vecinito Brasil logró encarcelar en pocos meses a poderosos industriales y ex presidentes vinculados a casos de corrupción. Aquí, mis juicios duran años y años, con interminables chicanas, al punto que, resulten los imputados inocentes o culpables, ya no es justicia, y la corrupción sigue tan campante.

Educación de calidad. Me frustra que mis escuelas y colegios sean de tan baja calidad que siempre salgo aplazado en los exámenes internacionales. No es tanto dinero lo que necesito, como voluntad para implementar las reformas tan necesarias. Por favor, tráiganme esto para que yo pueda tener un mejor futuro.

Digitalización de los procesos. Pierdo tanto tiempo y dinero con arcaicos procesos administrativos. Les pido que me traigan la identidad digital, la firma electrónica, y todas las otras ventajas de la digitalización. Con la pandemia he aprendido mucho sobre cómo utilizar la tecnología y sé que podré aprovechar este regalo.

Reforma del servicio público. El mundo moderno exige cada vez más tener funcionarios públicos calificados. Necesito que me ayuden a atraer a los mejores, respetados por su capacidad y honestidad.

Vacuna contra Covid-19. No les pido las vacunas, queridos Reyes, porque tengo dinero para comprarlas. Lo que sí les pido es la disciplina para destinarlas a quienes más las necesitan, y que con la llegada de las primeras dosis no se degenere en una anárquica gresca en la cual los ricos y poderosos se apoderen de ellas.

Paz. Sobre todo, paz. La pandemia ha crispado los ánimos y fomentado los odios. Les pido me traigan más tolerancia, solidaridad y amor, menos intransigencia y egoísmo. Así, todos en mi casa seremos más felices este año.

Queridos Reyes Magos, hoy corté pasto para darles de comer a sus camellos, y para ustedes prometo dejarles ricas chipas y jugo, junto con mis zapatitos, en la ventana de mi pieza.

Los quiero mucho,

Paraguay

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