08 ago. 2025

¡Qué grande es tu fe! ¡Que se cumpla lo que deseas!

Hoy meditamos el Evangelio según San Mateo 15, 21-28.

Extractamos frases expresadas por el papa Francisco sobre la lectura de hoy que nos puedan ser útiles para el momento que vivimos: Quisiera tratar un aspecto muy común en la vida de nuestras familias: la enfermedad.

Es una experiencia de nuestra fragilidad, que vivimos generalmente en familia, desde niños, y luego sobre todo como ancianos, cuando llegan los achaques. En el ámbito de los vínculos familiares, la enfermedad de las personas que queremos se sufre con un «plus» de sufrimiento y de angustia. Es el amor el que nos hace sentir ese «plus».

Para un padre y una madre, muchas veces es más difícil soportar el mal de un hijo, de una hija, que el propio. La familia, podemos decir, ha sido siempre el «hospital» más cercano. …

En los Evangelios, muchas páginas relatan los encuentros de Jesús con los enfermos y su compromiso por curarlos.

Él se presenta públicamente como alguien que lucha contra la enfermedad y que vino para sanar al hombre de todo mal: el mal del espíritu y el mal del cuerpo. Es de verdad conmovedora la escena evangélica a la que acaba de hacer referencia el Evangelio de san Marcos.

Dice así: «Al anochecer, cuando se puso el sol, le llevaron todos los enfermos y endemoniados».

Si pienso en las grandes ciudades contemporáneas, me pregunto dónde están las puertas ante las cuales llevar a los enfermos para que sean curados.

La Iglesia invita a la oración continua por los propios seres queridos afectados por el mal. La oración por los enfermos no debe faltar nunca. Es más, debemos rezar aún más, tanto personalmente como en comunidad. Pensemos en el episodio evangélico de la mujer cananea. Es una mujer pagana, no es del pueblo de Israel, sino una pagana que suplica a Jesús que cure a su hija. Jesús, para poner a prueba su fe, primero responde duramente: «No puedo, primero debo pensar en las ovejas de Israel».

La mujer no retrocede —una mamá, cuando pide ayuda para su criatura, no se rinde jamás; todos sabemos que las mamás luchan por los hijos— y responde: «También a los perritos, cuando los amos están saciados, se les da algo», como si dijese: «Al menos trátame como a una perrita». Entonces Jesús le dijo: «Mujer, qué grande es tu fe: que se cumpla lo que deseas»

Ante la enfermedad, incluso en la familia surgen dificultades, como consecuencia de la debilidad humana. Pero, en general, el tiempo de la enfermedad hace crecer la fuerza de los vínculos familiares. Y pienso cuán importante es educar a los hijos desde pequeños en la solidaridad en el momento de la enfermedad. Una educación que deja de lado la sensibilidad por la enfermedad humana, aridece el corazón.

Y hace que los jóvenes estén «anestesiados» respecto al sufrimiento de los demás, incapaces de confrontarse con el sufrimiento. Cuántas veces vemos llegar al trabajo a un hombre, una mujer, con cara de cansancio, con una actitud cansada y al preguntarle: «¿Qué sucede?», responde: «He dormido sólo dos horas porque en casa hacemos turnos para estar cerca del niño, del enfermo, del abuelo, de la abuela». Y la jornada continúa con el trabajo. Estas cosas son heroicas, son la heroicidad de las familias.

Debemos decir gracias al Señor por las hermosas experiencias de fraternidad eclesial que ayudan a las familias a atravesar el difícil momento del dolor y del sufrimiento. Esta cercanía cristiana, de familia a familia, es un verdadero tesoro para una parroquia; un tesoro de sabiduría, que ayuda a las familias en momentos difíciles y hace comprender el reino de Dios mejor que muchos discursos. Son caricias de Dios.

Cada domingo extractaremos algunas frases de la Exhortación Apostólica Gaudete Et Exsultate del Papa sobre el llamado a la Santidad en el Mundo Actual, que nos pueda ser útiles en momento de pruebas…

El gnosticismo dio lugar a otra vieja herejía, que también está presente hoy. Con el paso del tiempo, muchos comenzaron a reconocer que no es el conocimiento lo que nos hace mejores o santos, sino la vida que llevamos.

El problema es que esto se degeneró sutilmente, de manera que el mismo error de los gnósticos simplemente se transformó, pero no fue superado…”.

(Frases de http://www.vatican.va y ://www.vatican.va)