25 abr. 2024

¿Qué es lo primero a hacer?

Jaime Egüez, presidente del Club de Ejecutivos.

Paraguay, al igual que muchos países, se encuentra sumido en un pozo. Y es irrelevante analizar qué tipo de pozo es o si un país está mejor o no que nosotros. Es hora de dejarnos de usar por los dos extremos que exponemos casi sistemáticamente. Por un lado, personas del Estado presentando un pozo mucho más chico que el de los países de la región. Por el otro, los medios de comunicación con una postura de un gran y profundo pozo.

Ambas posiciones en este momento son irrelevantes. Ello porque no interesa saber ni analizar la realidad que todos la estamos viviendo. Y adjetivarla también es de alguna manera casi irrelevante, a no ser para alimentar egos, o para usarla como arma política para desprestigiar a un cargo de una estructura. La realidad procede del hecho que estamos manejando tres crisis simultáneas que nos generan esta incertidumbre muy dura de transitar.

La crisis sanitaria, que va por sus 12 meses; la crisis económica, que arrastra casi la misma cantidad de meses, pero tiene un comportamiento de acuerdo con las restricciones de movilidad; y, por último, lo que hemos denominado la crisis de confianza que se desató amplia e intensamente aun cuando Paraguay tenga un manejo prudente y efectivo de las dos crisis enunciadas. Se desató hace algunos meses, fruto de un desacierto grave en la gestión de remedios para la cartera sanitaria.

Cuando caemos en un pozo, lo normal es que reflexionemos cómo salir de él analizando con rapidez los contextos diversos de solución. El problema es que somos varios en el pozo, ya que somos la población entera sin excepción. Y no podemos ponernos de acuerdo en los pasos a dar, a través de un liderazgo eficiente, en qué debemos hacer primero y quiénes son los más aptos para ejecutar algún tipo de plan que nos permita una ejecución efectiva.

En este contexto estamos perdiendo valioso tiempo en lo que denominé la crisis de confianza. Algunos en el pozo, ante la desesperación, miran simplemente a quién van a pisar para subir. Otros se ponen a criticar el porqué estamos en el pozo y que debemos buscar culpables para reemplazarlos sin mirar que estamos sumidos en el mismo hoyo. Todos, incluyendo al que propusieron como mesías. Solo algunos atinan a mirar para arriba y ver qué necesitamos para salir, cuál es el recurso al que podemos acceder para poder señalar una vía de salida que nos permita ver, paso a paso, que efectivamente iremos saliendo de esta situación.

Esta actitud es normal en los seres humanos. Y habrá siempre diversas actitudes. Pero ahora es tiempo de entender que los procesos los debemos encarar todos juntos: Estado, sociedad civil y sector privado. Pues ya que no hay espacio ni tiempo para distraernos, en especial, en figuras políticas que, con una actitud tan egoísta, prometen y vislumbran acciones irrealizables.

Es hora de llamar a una mesa de trabajo a los mejores en cada área. A médicos, economistas, académicos expertos en políticas públicas y logística. Y hacerlo desde la óptica que estos especialistas están en el sector privado, la academia y lógicamente en el Estado. Debemos superar el mediatismo. Y aquí hago una mención muy especial a la agenda de los medios de comunicación. Instalar temas de interés es uno de los focos de un responsable por las ciencias de la comunicación, al igual que comunicar un contexto o una noticia sin agregar interpretaciones particulares, subjetivas.

Los medios pueden y deben ayudar en la creación de esta mesa de expertos, como un lugar donde la confianza, la responsabilidad y la capacidad se unan bajo un pacto de transparencia. Y trabajen en darnos los pasos hacia la salida del pozo. Aquí es necesario plantear dos aspectos fundamentales que le darán legitimidad a la mesa de trabajo. Son la transparencia, que debe ser innegociable de cada acto que tome dicha mesa, y el control total, llevado por personas que no tienen intereses más allá de lo colectivo y el bienestar de la población. Hagamos lo necesario para salir juntos.

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