18 feb. 2025

Próxima siembra requerirá de unos USD 2.000 millones

La siembra y el cuidado de los sojales demanda recursos de alrededor de USD 2.000 millones, monto que el sector productivo deberá buscar en el sistema financiero dependiendo de la capacidad de pago de cada caso. La compra de insumos generalmente arranca en mayo.

En el centro y sur del país, la cosecha de soja está a punto de finalizar, mientras que en el norte aún queda 40% de la superficie por recolectar. Los productores están concentrados en completar esta etapa para cuantificar detalladamente sus pérdidas, en tanto que otros ya empezaron a negociar con los bancos la refinanciación de sus deudas, atendiendo a la imposibilidad de cumplir con sus compromisos debido a que los resultados de la campaña 2021-2022 ni siquiera alcanzan para cubrir sus costos. “Hay que solucionar el problema de incumplimiento de contrato con los compradores, el problema de la refinanciación y después ver el tema de la financiación para la próxima campaña, donde la gente va a necesitar capital”, dijo el presidente de la Unión de Gremios de la Producción, Héctor Cristaldo.

Sobre el primer punto, se refirió a los volúmenes que habían comprometido los agricultores para este ciclo y que inéditamente no lograrán reunir a raíz de la sequía que limitó la carga de granos de las plantas. Para la refinanciación de deudas con los bancos, rigen las facilidades establecidas por el Banco Central del Paraguay, cuya demanda aún no se está moviendo de forma notable, ya que los trabajos en el campo continúan. Mientras termina la cosecha de verano, se siembra maíz y soja zafriña en los suelos liberados.

Sobre el tercer punto, Cristaldo considera que se deben encontrar los mecanismos para obtener recursos para financiar la campaña 2022-2023, periodo en el que se espera la recuperación de la soja luego de un ciclo golpeado fuertemente por la sequía. “El sistema está líquido, dependerá de cada uno cómo está su flujo de caja y nivel de endeudamiento para que califique”, comentó.

Todo el operativo de las máquinas agrícolas, compra de insumos y cuidado de las plantaciones representan un movimiento de entre USD 1.800 y USD 2.000 millones, que deberán conseguirse a partir de mayo, mes en el que empiezan a cerrarse negociaciones para la compra de semillas, fertilizantes y plaguicidas.

Rendimientos. En el norte del país se reportan hectáreas con menos de 1.000 kilos de granos, lo que mueve el promedio nacional hacia el peor comportamiento histórico del cultivo, incluso más grave que los 1.367 kilos por hectárea que se registraron en el 2012.


Antes de buscar capital operativo para la campaña agrícola 2022-2023, los productores deben refinanciar sus deudas con los bancos y renegociar sus contratos de venta de granos.