Los militares y civiles venezolanos presos en la sede de la Dirección de Contrainteligencia Militar (Dgcim) protestaron exigiendo el respeto de los derechos humanos, tras la muerte del capitán Rafael Acosta Arévalo en ese centro, confirmaron este miércoles familiares de detenidos y diputados del país.
Más temprano, habían circulado en redes sociales versiones de un supuesto motín en la Dgcim.
La diputada opositora Delsa Solórzano aclaró que no se trató de un motín, sino que los “presos políticos están levantados en voz de protesta exigiendo respeto a sus derechos humanos.” Insistió en que los detenidos levantaron “su voz contra la opresión” y describió las condiciones sanitarias precarias en las que “60 personas comparten un solo baño” y hay varios presos que “tienen presuntamente enfermedades contagiosas.”
Reiteró que el estado de salud de los detenidos en el Dgcim “es bastante delicado”, tomando en consideración que “han sido todos brutalmente torturados.”
“Dentro de Dgcim fue asesinado un ciudadano, el capitán Acosta Arévalo”, afirmó, al mismo tiempo que demandó a la Fiscalía que “deje la burla a la familia y entregue el cuerpo para que puedan darle cristiana sepultura.”
La muerte del capitán de fragata Rafael Acosta Arévalo se produjo el pasado 29 de junio. EFE