Rómulo Campos, gerente de Paraná Air, indicó que vieron con esperanza la reunión entre los ministros de Turismo de Paraguay y Uruguay, que analizaron la posibilidad de que la ruta Asunción-Montevideo sea la primera en reabrir la conexión aérea. “Asunción-Montevideo era nuestra ruta prémium, con dos vuelos al día, hasta que llegó la pandemia. La cantidad de frecuencias demuestra el alto flujo de intercambio que teníamos con Uruguay”, señaló Campos. En ese contexto, indicó que solicitaron a Félix Kanasawa, director de la Dinac, a que trabaje con la institución par de Uruguay, la Dinacia, en un protocolo de seguridad para los vuelos entre ambos países, que no requiera la obligatoriedad para los viajeros de cumplir con la cuarentena.
Dicho protocolo deberá contar con la aprobación de las cancillerías, Migraciones y el Ministerio de Salud Pública de ambos países. “El mayor obstáculo que tenemos es la cuarentena, porque son 15 días, demasiado tiempo para viajes cortos”, indicó Campos. Para mantener los cuidados, se les exigirá a los pasajeros el test de Covid, un seguro médico, y su localización rápida durante el viaje.
Humanitarios. Paraná Air sigue manteniendo la suspensión laboral de sus 100 trabajadores, quienes se incorporan a trabajar cada vez que hay vuelos humanitarios, y perciben un salario por jornal trabajado. “El 21 de julio estaremos haciendo un vuelo especial Asunción-Buenos Aires, ida y vuelta, para lo cual estamos trabajando con la Cancillería, y llevaremos argentinos que quieren volver a su país y trayendo paraguayos. Mientras que el 22 de julio haremos un vuelo a Montevideo con la misma finalidad”, comentó Campos.
Paraná Air tiene dos accionistas, con aviones propios, lo que les permite seguir afrontando el paro, y anhelan la vuelta del fútbol para reactivar los vuelos chárter.