Explicó que recién en setiembre se empezó a observar que las tasas de interés de Instrumentos de Regulación Monetaria (IRMs) se encuentran en niveles menores que un año atrás, a pesar de que la reducción de la tasa de referencia del Banco Central del Paraguay (BCP) empezó en febrero pasado.
Por este motivo, se espera que las bajas tasas de interés para el público se tengan recién en el 2020. “Recién ahora el Banco Central está teniendo una política expansiva de la cantidad de dinero, que va a generar un pulso seguramente favorable para los tomadores de crédito”, recalcó el también ex ministro de Hacienda.
“El Gobierno tardó en entender que había problemas financieros y problemas económicos. Posiblemente lo que veamos sea que estas tasas se manejen durante el año 2020 y tengamos un impacto de menores tasas dentro de todo el sistema financiero”, agregó.
Los IRMs son bonos que el BCP ofrece a los bancos para retirar dinero del sistema; cuando estos ofrecen tasas de interés mayores, se incrementa el estímulo para que las entidades depositen sus recursos en la banca matriz y cuando son menores, se busca que los fondos se destinen más al público, a través de la disminución de los intereses aplicados a los créditos.
Según los datos compartidos por Ferreira, las tasas de IRMs correspondientes a plazos de 546 a 728 días, por ejemplo, se fijaron en 5,74% en setiembre de 2019, mientras que en mismo mes del 2018 se encontraban en 6%; en junio y febrero de 2019, sin embargo, estaban en 6,50% y 6,53%, respectivamente.
“En el mes de marzo, los bancos comerciales colocaron G. 1 billón a plazos de más de un año y medio. Es plata que salió del sistema por al menos un año y medio, y es plata que no llega al público, por eso no hay plata en la calle”, recordó el analista, respecto a los efectos de la política monetaria en momentos en que la economía empezaba a sufrir el fuerte bajón.
“Los bancos tenían incentivos a colocar dinero a largo plazo en el Banco Central y no prestarle al público”, añadió.
El BCP aplicó 5 rebajas a su tasa de referencia a lo largo del año, por 25 puntos básicos en cada ocasión, desde el 5,25% con que arrancó enero hasta el 4% actual. La banca matriz observó que esta acción se tradujo en una reducción de tasas de interés de créditos para el público recién en el arranque del segundo semestre, especialmente en los préstamos a corto plazo.
Manuel Ferreira consideró que la decisión del Ministerio de Hacienda de inyectar USD 1.500 millones también se adoptó tarde, pues el anuncio se realizó en junio de 2019 y los problemas se vienen arrastrando desde mayo de 2018. Además, criticó que solo el sector agropecuario haya recibido apoyo financiero, cuando la actividad industrial y comercial también atraviesa por dificultades.
La recesión incentiva el ahorro
Los depósitos en bancos tuvieron un crecimiento de 10,84% en setiembre pasado, respecto al mismo mes del 2018, al llegar a los G. 97,7 billones, según últimos datos publicados por el BCP. Este ritmo de captación de ahorros es superior a los niveles de 9,42% y 7,87% que se reportaron en agosto y julio, respectivamente, y duplica a la variación de 5,42% que se observó en mayo último.
Esta conducta de los clientes del sistema bancario coincide con el escenario de recesión económica que se vive este año, ante el cual se opta por la cautela y posponer los planes de inversión, explicó Juan Carlos Martin, directivo del banco Atlas. “La gente está más cautelosa, están guardando sus disponibilidades, no están comprando lo suficiente ni están invirtiendo lo suficiente”, expresó.
Los créditos, por su parte, ascendieron a G. 91,6 billones y se expandieron en 13,34% en el noveno mes del corriente año, a un nivel similar en que crecieron en agosto y julio pasados, pero sin retornar a los índices cercanos al 20% a los que se llegó en el primer semestre.
La morosidad retrocedió a 3,06%, desde el 3,18% en que se ubicó en agosto, y tras dos meses consecutivos de alzas que venía experimentando este indicador.
En el primer semestre de 2019, el producto interno bruto (PIB) se contrajo en 2,5%, como resultado de una merma generalizada de la producción de los diversos sectores económicos.