El cultivo de maíz de zafriña o entrezafra se extendió en aproximadamente 1.100.000 hectáreas, cifra que representa un salto con relación a las campañas anteriores.
Esto se debe a que el sector que perdió en la cosecha de soja apostó por este rubro en un intento de recuperación, ya que los precios internacionales son interesantes. Sobre el punto, el vicepresidente de la Asociación de Productores de Soja, Karsten Friedrichsen, dijo que por primera vez el país podría registrar entre 6 a 7 millones de toneladas de producción. La mejor cosecha había alcanzando 4,5 millones de toneladas.
“La perspectiva es muy positiva, la falta de lluvia probablemente puede afectar porque los granos ya se están formando”, manifestó el representante del gremio sobre los factores climáticos que aún pueden influir en los resultados.
Además del déficit de agua, está la amenaza latente de las heladas. Como los granos se están formando, los cultivos necesitan que este fenómeno esté ausente por lo menos hasta la segunda quincena de junio, ya que posteriormente ingresa a su etapa de maduración y el frío intenso poco le afecta.
Como la mayoría de los productores optó por el maíz, los tiempos no alcanzan para una siembra masiva de trigo. Friedrichsen aseguró la cobertura de la demanda local, pero al mismo tiempo una reducción de las exportaciones.