La Basílica Santuario se vio obligada a duplicar la provisión de hostias para la solemnidad de la Virgen de los Milagros de Caacupé, que se celebra hoy, 8 de diciembre, debido al Año Jubilar y al aumento previsto de fieles.
“Algunas veces incluso no abastece la producción de aquí en Paraguay”, explicó el padre Rubén Ojeda, rector del Santuario, al señalar que aun deben importar desde Brasil.
“Tuvimos que proveernos con mucha anticipación, teniendo en cuenta que por la declaración del Año Jubilar se está duplicando la cantidad de gente”, dijo.
Considera que cerca del 50% de los dos millones de peregrinos podrían comulgar. “Prácticamente un millón es muchísimo”.
La organización de la festividad comienza seis meses antes. “La festividad de la Virgen se pronostica prácticamente mucho antes por todo lo que implica la fiesta mariana más grande del país”, explicó Ojeda.
Detalló que en ese tiempo inician las reuniones del Consejo Pastoral y de los diferentes grupos de servicio, que trabajan todo el año: Jóvenes servidores, el grupo Misericordia –que asiste a quienes desean confesarse–, los equipos de hospitalidad y sanidad.
“Aquí la actividad es veinticuatro siete”, recordó el rector, quien destacó que esta preparación previa permite enfrentar la mayor movilización de peregrinos que llegan hasta la Basílica Menor.
Organización. Dos meses antes, el trabajo se intensifica con la participación de alrededor de 50 instituciones públicas y privadas. “Se reúnen las diferentes instituciones (…): Policía Nacional, Patrulla Caminera, Ministerio de Salud, Fiscalía y una serie de instituciones que se comprometen año tras año para asegurar que la fiesta se desarrolle sin problemas”, señaló.
Este año ya se despliegan 6.000 policías y, desde el viernes, Salud declaró código rojo, movilizando a unos 2.500 profesionales. A estos se suman unos 600 servidores voluntarios del Santuario distribuidos en los distintos accesos y áreas de atención a fieles.
QR para los donativos es la novedad. La organización también incorpora innovaciones. Una de ellas es el uso de códigos QR para las donaciones, atendiendo a la demanda de los fieles. “La tendencia a nivel mundial es ya no tener plata en efectivo, sino en modo virtual”, dijo el sacerdote.
Los QR están colocados en los bancos del templo para facilitar la colecta digital. El mantenimiento anual del Santuario ronda los G. 2.000 millones. “La Iglesia no tiene ingresos propios, económicamente vive de la generosidad de la gente”, recordó Ojeda, al señalar que la administración es “totalmente transparente”.
El rector invitó a los fieles a vivir este tiempo con profundidad espiritual. “La Iglesia es un refugio seguro y necesario”, expresó.
Recordó que la verdadera felicidad “viene de Dios, del amor, del perdón, de la unidad y de la justicia”, e instó a asumir el lema del nuevo año litúrgico: Denles ustedes mismos de comer.
“Cada obra de caridad es un acto de justicia hacia el que más necesita”, afirmó, y alentó a fieles a reforzar su fe para “ser mejores personas y mejores cristianos”.
2.000.000 es la cantidad estimada de personas que llegan a la Basílica durante la temporada alta de la festividad.
50% de los peregrinos reciben la comunión durante las misas centrales, especialmente el 7 y 8 de diciembre.
2 veces más hostias se necesitaron debido al Año Jubilar; el Santuario debió duplicar su provisión para la fiesta.
600 servidores integran los equipos de hospitalidad, confesiones, sanidad, ordenamiento y apoyo litúrgico.
150 a 170 millones de guaraníes mensuales es el costo de mantenimiento de la Basílica Santuario de la Virgen de Caacupé.