Patricia Dos Santos manifestó que el vicepresidente no debe ser un problema, en el sentido de bloquear la gobernabilidad, pero sí ayudar al presidente de la República a ver cosas, a pensar en ciertos temas en conjunto.
Recordaron los casos de las relaciones entre Seifart con Wasmosy, Yoyito con González Macchi, Castiglioni con Nicanor, Federico Franco con Lugo, Juan Afara con Cartes, que no terminaron bien.
Bruno Balmelli indicó que debe haber lealtad entre los miembros de una chapa, ya que es un equipo que se conforma con un objetivo, y el vice debe estar preparado para suplir al presidente, las veces que tenga que hacerlo.
“Si no va a ser leal, eso va a ser un gran problema... debe ser lo suficientemente capaz como para dar opiniones valederas como para mejorar lo que se necesite”, dijo.
Seguidamente, Soledad Núñez dijo que la Vicepresidencia debe tener un rol protagónico en la coconstrucción, con la Presidencia, del futuro del país.
“Es muy importante, en este sentido, el espíritu de equipo, que se construya en conjunto, de tener una confianza plena, de poder sugerir al presidente si debe ir por acá o allá, o esta política mejor tratarla de tal manera. No olvidemos que el rol que ocupa el vicepresidente es el enlace con el Congreso, y cualquier reforma que se quiera realizar desde el Ejecutivo requiere un trabajo bien dedicado para articular las fuerzas políticas que puedan acompañar”, dijo.
Luz Borja subrayó que es por algo que el candidato a presidente elige a una determinada persona para que lo acompañe en la chapa, y se supone que debe haber una conversación sobre los objetivos comunes y líneas de pensamiento de sueños y objetivos que tienen en común.