EFE
Washington
Los gobernadores de Virginia Occidental y Nueva Jersey han declarado emergencias en sus estados mientras una tormenta con fuertes vientos e intensas lluvias ha obligado a la suspensión de cientos de vuelos en el este de Estados Unidos.
En el área metropolitana de Washington y los vecinos estados de Virginia y Maryland soplaban ayer vientos de 65 kilómetros por hora, y el Servicio Meteorológico Nacional advirtió de que los vientos llegarán a 90 kilómetros por hora.
La ciudad de Nueva York está en el centro del sistema que ha levantado marejadas desde Rhode Island al sur de Virginia.
El gobernador interino de Nueva Jersey, Richard Codey, advirtió a los residentes del Estado de que se mantengan en sus casas, mientras las autoridades lidian con calles y avenidas intransitables, apagones e inundaciones causados por una de las tormentas primaverales más dañinas en varios años.
Varios ríos y arroyos en el Estado se desbordaron, y Codey indicó que hay por lo menos 50 rutas estatales donde el tránsito es imposible.
La gobernadora de Connecticut, M. Jodi Rell, también instó a los residentes de ese Estado a que se queden hoy en su casa y no salgan a las calles, si es posible.
El gobernador de Nueva York, Eliot Spitzer, movilizó a 3.200 soldados de la Guardia Nacional hacia las áreas más afectadas por la tormenta, y la Dirección de Energía de Long Island indicó que por lo menos 7.500 clientes han quedado sin suministro de electricidad.
Los apagones se han extendido por varias áreas de la zona afectada por la tormenta, cuyos vientos han derribado postes del tendido eléctrico.
La tormenta, que llegó el fin de semana a la costa Este, azotó los estados costeros del Golfo el viernes y sábado, y barrió Texas con al menos dos tornados que causaron cinco muertes.
El servicio meteorológico indicó que la tormenta podría acumular hasta 45 centímetros de nieve en las zonas montañosas de Maine, New Hampshire y Vermont. En la ciudad de Nueva York la lluvia marcó 140 milímetros ayer.