La Cámara de Diputados tomó juramento ayer a Camilo Benítez Aldana como contralor general de la República, quien es el primer colorado al frente de esta institución de control gubernamental.
Benítez estaba como subcontralor, pero asumió ayer como titular del ente luego de que los diputados aceptaran la renuncia de Enrique García, quien se vio obligado a dejar el cargo ante su inminente destitución vía juicio político.
Sebastián Villarejo, de Patria Querida, manifestó que el nuevo contralor se encuentra ante “una responsabilidad histórica, que implica que por primera vez en la democracia, un contralor no solamente es del mismo signo político de la presidencia, sino del mismo movimiento”.
Alertó al nuevo contralor que ante irregularidades “no les temblará el pulso” a los diputados para iniciar un nuevo juicio político.
Benítez Aldana es abogado, escribano y notario público. Admitió que tiene una amistad con el vicepresidente Hugo Velázquez y aseguró que ello no le impedirá llevar adelante una gestión eficiente. “Yo no soy político”, aseguró.
El nuevo contralor indicó que su objetivo será mejorar la imagen de la Contraloría poniendo al alcance de la ciudadanía el trabajo que se realiza en la institución.
“Yo estoy con las manos absolutamente libres para hacer lo correcto”, dijo para disipar dudas sobre su nexo con el oficialismo y aseguró que es de público conocimiento su distanciamiento de García, ante lo manifestado por Eusebio Alvarenga en la sesión, quien dijo que Benítez pertenece a la estructura anterior.
En medio de las alocuciones de los diputados, Kattya González solicitó que las binacionales también sean auditadas por la Contraloría y Benítez Aldana mencionó que no hay ningún impedimento para efectuar eso.
“La institución más importante de nuestro esquema democrático es el órgano contralor de las cuentas y gastos. Ojalá que no se hable más cuánto cuesta, que se emita un dictamen para blanquear un municipio. Ese es el desafío de Camilo Benítez”, dijo Kattya.
Carlos Rejala, de Hagamos, manifestó su desacuerdo con el procedimiento de la Cámara Alta que no continuó con el juicio político a García, porque este renunció.
Jazmín Narváez, de Colorado Añetete, dijo que con lo demostrado por García, quien no pertenece a un partido tradicional, “la corrupción no es patrimonio exclusivo del Partido Colorado, es un mal que le aqueja al Paraguay y debemos enfrentar entre todos”. Indicó que es necesario que se devuelva la confianza a las instituciones del Estado.
El cartista Basilio Núñez señaló que “había un perfeccionamiento de la estafa a los intendentes, de la extorsión a los gobernadores”.
Añadió que se retrasó la descentralización, ya que García cajoneaba los balances para que no se envíen los fondos del Fonacide a la institución.
Destacó el trabajo de la Cámara de Diputados para finiquitar con el proceso que terminó con la salida de Enrique García.
Subcontralor. Para Sergio Rojas, hay una laguna jurídica señalando que no se sabe si Benítez Aldana debe culminar el periodo de García en dos años y medio más o hacer un llamado para elegir a un nuevo subcontralor.
Varios legisladores, como Ramón Romero Roa, aseguraron que debe asumir el director jurídico como subcontralor, hasta tanto el Senado convoque a un llamado para elegir a alguien que quede en ese cargo.
