Marisol Ramírez
Arturo Cuéllar es una de las personas a quienes la pandemia y sus desgarradores efectos económicos le afectaron notablemente, ya que su ingreso principal era a través de eventos, pues es músico y fotógrafo.
“Soy cantante de mariachi, fotógrafo, diseñador gráfico y también pinto”, comenta el multifacético artista, quien en vista de la situación, reinventó sus servicios y empezó a usar como lienzo planteras pequeñas, decorativas. “Como la situación se volvió súper más difícil para nosotros que dependemos de los eventos, tuve que ingeniarme con algo. Y fue días antes del día de la madre, surgió como un presente para las madres”, recuerda Arturo Cuéllar. El artista pintó tres para probar, alzó en su estado de redes sociales, y enseguida pudo venderlas a sus conocidos. “En dos días, ya tenía como diez pedidos, y al final, en mayo, en dos semanas, llegué a pintar casi cien, gracias a Dios fueron muy aceptadas mis planteritas personalizadas. Una amiga me ayudaba a pintar y hacer los deliverys”, explica. GRUPO DE TRUEQUES Arturo Cuéllar expandió su novel negocio a través de un grupo de Facebook, ahora muy popular, conocido como Cambachivache. “Ingresé ahí a través de una amiga que me comentó. Probé primero con otras cosas, mi primer cambio fueron sillones por sombrero de mariachi justamente, y luego probé suerte con las planteritas y mucha gente preguntó”, detalla. El artista explica que las llamadas “cambas” (cambios) no se llegaron a concretar los cambios, por que habían (le ofrecían) cosas que no necesitaba, o simplemente no le daban mucho valor a mi trabajo“, amplía. PEDIDOS Arturo, quien se reinventó a través de su talento en la pintura, revela que ahora tiene unos cuantos pedidos que va haciendo por día. “Espero poder vender o cambiar muchísimo por el día de la amistad (30 de julio). Tengo página en Instagram y Facebook por supuesto”, cuenta el pintor de las planteritas. SIN AYUDA Cuéllar, como muchos músicos y artistas, pidió las ayudas gubernamentales, pero no consiguió nada. “No tengo ayuda del Gobierno ni de la familia. Gracias a Dios, tenía unos ahorros, y con eso me mantuve, y en mayo y junio, me fue bien con las ventas de las planteritas y serenatas para el día de la madre, y día del padre”, relata. EN REDES El pintor y músico ofrece sus servicios a través de varias cuentas en redes sociales, divididas en sus especialidades: @mariachiluque con datos sobre su trabajo como mariachi, @acuellarph, con sus trabajos en fotografías, @miplanterita, con su trabajo de pintura con las macetas personalizadas, y tendrá una más próximamente @amc.py. OTROS REINVENTADOS Arturo Cuéllar se suma a los artistas y profesionales que cambiaron de rubro a raíz de la pandemia. Entre ellos, Sasha Giménez (23, estudiante), quien creó junto a su mamá Deolina Ayala (73), modista de alta costura, la tienda virtual de ropitas para mascotas PochitosPy (en redes sociales: @pochitospy). Así también les pasó a Marta Ruiz Díaz y Susana Sartorio (arquitectas y diseñadoras), quienes de realizar trabajos de alta costura y trajes para danza y colegios, además de sus trabajos arquitectónicos, pasaron a confeccionar tapabocas personalizados. Para contactos, @susanitassartorio.
Arturo, igual que otros profesionales, se suma a los que fueron resilientes y recondujeron sus habilidades para sobrevivir.
Reinvención, resiliencia
En sicología, la palabra resiliencia es la capacidad que tiene una persona para superar circunstancias traumáticas.
“Los malos tiempos tienen un valor científico. Son ocasiones que un buen alumno no se perdería”, señala Ralph Waldo Emerson, haciendo referencia a lo que significa ser resiliente.
En tanto que la reinvención tiene lugar cuando una persona enfrenta un cambio importante en su vida o entorno (negativo o positivo), y suele ocurrir de forma inesperada. Reinventarse no significa cambiar quién se es, sino cambiar la forma de ser y de estar en el mundo. Para ello, el individuo sale de su zona de confort, de su ámbito conocido y familiar. A raíz de la pandemia Covid-19, ambas palabras se han vuelto comunes.