Citando experiencias de países de la región, la senadora electa explicó que la estructura más ordenada es la que separa al funcionario de carrera del funcionario político.
El funcionario de carrera puede tener ascensos por concurso y por mérito, con un esquema claro de funciones en todas las áreas.
El funcionario político es el que entra y sale con el senador y diputado. “Eso evitaría que el pasivo de la cámara se siga engrosando, estos modelos que existen no requieren concurso, entran y salen con el diputado o senador y eso va a hacer que las reglas estén claras”, explicó.
Kattya comentó que muchos parlamentarios nombran funcionarios antes de retirarse y eso aumenta mucho más la cantidad de trabajadores dentro del Congreso y, por ende, sube el gasto presupuestario.
Con la llegada de 58 nuevos diputados, suponiendo que cada uno nombre al menos dos nuevos ingresos, se tendrían más de 100 contratos. “Y los que se van dejan también como pasivos a sus funcionarios”, indicó.
Kattya comentó que incluso la estructura edilicia ya no da abasto para tantos contratos nuevos, pero establecer una ley requiere de voluntad política, señaló.
Comentó también que muchos incluso se ubican en los pasillos porque ya no cuentan con espacio físico para ejercer sus funciones.
Recordó que su bancada decidió no hacer contratos en este periodo y solo trabajó con funcionarios que ya estaban contratados antes en el Congreso.
“Se torna necesario establecer la carrera del Funcionario Público en el Congreso, de tal modo que los ascensos de los funcionarios técnicos o de carrera sean definidos vía concursos, y que los funcionarios políticos abandonen la institución cuando termina el periodo legislativo”, apuntó.
La senadora electa recordó que en el periodo en que Miguel Cuevas era presidente planteó varias de estas ideas, pero no fueron bien recibidas. Tanto diputados como senadores hacen contratos de forma constante.