El mandatario firmó la ley que aprobó el Congreso para habilitar la cremación de los restos del mayor terrorista en la historia del país, quien falleció el sábado pasado a los 86 años en la prisión donde cumplía su condena a cadena perpetua, y ordenó su publicación en una edición extraordinaria del diario oficial El Peruano para que esta pueda ser efectiva.
Con este paso se abre camino al fin para que el Estado pueda disponer de los restos del criminal tras un rocambolesco embrollo legal en el que ninguna autoridad parecía poder tomar la decisión sobre qué hacer con el cadáver. El pleno del Congreso votó sólo con los votos en contra de diputados del partido oficialista Perú Libre una modificación a la Ley General de Salud para establecer que un fiscal puede disponer, “en decisión motivada e inimpugnable”, la cremación de los restos de los sentenciados cabecillas de organizaciones terroristas que fallezcan en prisión. EFE