Prohibido sufrir. La felicidad está cotizada a un elevadísimo costo emocional en la actualidad por las personas, tanto jóvenes o adultas, que hasta se convierte en una obsesión. Ser feliz como sinónimo de éxito es un parámetro de la sociedad que está costando la salud mental de muchas personas. Esta situación de sobreexigencia lleva a muchos a fingir que son felices, una situación que deriva en trastornos depresivos, estrés y ansiedad, según la licenciada en Sicología Fátima López Moreira.
“Es como que está prohibido sufrir, pasar por momentos difíciles. Está prohibido tener crisis y sí se las tiene hay que esconderlas. Sin embargo, todas estas cuestiones son parte de la felicidad”, resalta la sicóloga. La presión por ser o sentirse felices deriva en una obsesión, que se nota mucho en las redes sociales con realidades hasta casi distorsionadas, que en cualquier momento pueden detonar en crisis de ansiedad. Aceptar la realidad es un primer paso para transitar hacia el camino de la felicidad, sostiene López.
META OBSESIVA
“Es tan obsesionado con el tema de la felicidad que nos estamos perdiendo de las situaciones difíciles, porque la estamos evitando y al evitarlas las estamos reprimiendo”, señaló López. En ese sentido, dijo que hay que tener cuidado con reprimir las emociones. “Es como un doble problema, porque al reprimir en algún momento explota y hoy en día te encontrás con personas con ansiedad, con estrés, trastornos depresivos por no pedir ayuda, por perseguir la felicidad y por mostrar todo el tiempo en las redes sociales. La realidad está distorsionada y entonces genera mucha angustia y ansiedad en las personas buscando ese ideal, que muchas veces no existe”.
¿QUÉ HACER?
“Lo que hoy proponemos como felicidad es volver a todo lo anterior, conectarnos con el presente, estar en el presente, sentir lo que está pasando, porque es como que estamos buscando esa felicidad, lograr el éxito laboral y amoroso, y es como que nos estamos perdiendo del presente. El tiempo pasó, no lo logramos, la persona se deprime. Lo que hoy se pide es que se vuelva al presente”. Conectarse con la realidad, estar en el presente, sentir lo que está pasando, desconectarse por momentos para buscar la tranquilidad y paz interior, trabajar los pensamientos positivos son algunas de las recomendaciones de la licenciada López Moreira para iniciar el camino hacia la felicidad: que parte desde uno mismo. “El camino a la felicidad es también un camino hacia el interior, conocerse para poder reforzar ese amor propio, esa autoestima. Vivir el tiempo de cada uno, que es personal, y toda comparación es siempre infeliz. Nos estamos comparando todo el tiempo y genera mucha insatisfacción. Entender que cada uno tiene su tiempo y su proceso”.
TRÁNSITO VIVENCIAL
¿Qué es la felicidad? A veces esta definición solo encierra momentos de alegría fugaces para algunos, pero esta emoción engloba muchas situaciones más, sostiene López Moreira. “Yo creo que la felicidad es no solamente disfrutar del recorrido, sino que ir conociéndonos en ese recorrido e ir aceptando todas las crisis que nos van pasando. Las crisis nos hacen crecer y evolucionar y capitalizar. También las cuestiones buenas que nos van pasando, aceptarlas, y aprender de ellas. Las cosas buenas también nos marcan la hoja de ruta”.
Felicidad también es una buena calidad de vida, sostiene la sicóloga. “Tiene que ver hoy en día con la calidad de vida, que es buscar la salud mental, de hacer ese viaje interior, de hacer las paces con nuestros claros y oscuros, de conocernos, de buscar el equilibrio, de hacer actividad física, no para llegar al verano, sino para sentirme bien conmigo mismo”. La licenciada López añade que es esencial buscar ayuda con los profesionales, para tratar los trastornos como el estrés, la ansiedad y la depresión.
Felicidad: “Todo positivo no es real”
“Antes pensábamos que la felicidad es la suma de los pequeños momentos felices en la vida. Eso en realidad es muy triste pensar, porque se resume a algunos momentos nomás. Lo que ahora se propone como felicidad es la vida en sí. Entenderla desde una perspectiva con un recorrido, con sus claros y oscuros. Ser feliz es evolucionar. No estar anímicamente para arriba, todo positivo, todo hermoso, porque eso no es real”, sostiene la licenciada Fátima López Moreira.
Es necesario que las personas entiendan que en el transcurso de la vida se va a tener subidas y bajadas, y que formará parte de la felicidad en sí, porque es el recorrido, no es una llegada, sostiene.
“Siempre decimos que cuando termine la carrera voy a ser feliz, cuando baje de peso, voy a ser feliz. Conseguimos y resulta que no era para tanto”, señaló. En ese punto, las personas se cuestionan ¿qué es la felicidad?
“Nos complicamos demasiado con la felicidad, está cada vez más cara. Por eso que es inalcanzable de las personas. Lo triste es que está al alcance de nuestras manos, no necesitamos de nada, solo una perspectiva, un punto de vista y mucha motivación para tener y animarse al autoconocimiento”.
La obsesión por obtener la felicidad lleva a trastornos sicológicos. “Influye muchísimo en trastornos de estados de ánimo. Esas falsas expectativas, esas falsas creencias, eso que te impone la sociedad y uno no alcanza, por no permitirse decir lo que la persona está sintiendo, porque no está permitido estar triste. Por eso estamos comprometidos los profesionales en promover la salud mental y la calidad de vida. Entender que el proceso es la felicidad”.
Hoy te encontrás con personas con ansiedad, con estrés, trastornos depresivos por perseguir la felicidad. Lic. Fátima López M., sicóloga.
OBSESIÓN EMOCIONAL MODERNA
EMOCIÓN. La felicidad es sinónimo de éxito para muchas personas y esto lleva a un camino obsesivo de aparentar que todo es perfecto.
CASOS. La sobreexigencia somete a las personas al estrés, ansiedad y trastornos depresivos, advirtió la sicóloga Fátima López Moreira.