20 may. 2024

Permiso para hacer la revolución

Andrés Colmán Gutiérrez — @andrescolman

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Fernando Calistro

A quien corresponda:

Los abajo firmantes, ciudadanos y ciudadanas de este infortunado, aunque heroico país llamado Paraguay, nos dirigimos a vuestra merced, a fin de solicitar la consiguiente autorización para salir a las calles a manifestarnos contra el Superior Gobierno y sus aliados políticos, empresarios y de otros sectores, ante la inutilidad de gestión frente a la grave crisis de salud y la impunidad otorgada a escandalosos hechos de corrupción. Prometemos movilizarnos de manera pacífica y democrática, pero sin hacernos responsables de que algunas personas hastiadas por la falta de respuestas arrojen piedras o huevos contra la policía o la residencia de algún presidente o ex presidente, o que en un desborde de radicalidad (ustedes podrán llamarlo “vandalismo”), procedan a quemar algún local de algún partido político oficialista que desde hace más de 70 años sostiene a dictaduras y gobiernos autoritarios.

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Quizás a vuestra merced le sorprenda el tenor de esta solicitud en papel sellado, con firmas, sellos y estampillas correspondientes, con registro en mesa de entrada y bajo patrocinio de abogado, pero deseamos hacer las cosas correctamente, ante el cuestionamiento de los sectores conservadores que nos reprochan que expresar nuestro hartazgo ciudadano en las calles, con algunos arranques de furia por tanto tiempo contenida, “no es la forma indicada”, “la violencia y el vandalismo no solucionan nada”, “hay que hacer las cosas por los canales institucionales correspondientes”.

Todavía estamos averiguando en los registros históricos si los gestores de la Revolución Francesa, del 14 y 15 de mayo en Paraguay, de la Independencia de los Estados Unidos, de las campañas del libertador Simón Bolívar, de la Primavera de Praga o de los Claveles en Portugal, habían solicitado previamente permiso, tal como nos reclaman nuestros cuestionadores.

Nos llama la atención que les molesten el “vandalismo” y la “violencia” al pelear por el derecho a la movilización y la libertad de expresión ante la policía, o de quemar locales de partidos que sostienen a la injusticia establecida, pero no les molesta para nada el vandalismo y la violencia de dejar tiradas a personas gravemente enfermas con Covid-19 en los pasillos de hospitales colapsados por falta de camas de terapia y medicamentos. Tampoco les conmueven el vandalismo y la violencia de las escuelas que se derrumban por falta de reparación, de campesinos e indígenas despojados de sus tierras por pistoleros armados y policías que queman sus precarias viviendas, de familias que se quedan sin fuentes de trabajo y sin pan para sus hijos, de los robos del dinero público por mafias dirigidas o apadrinadas por referentes políticos, de fiscales y jueces que se venden al mejor postor, por citar algunos de los muchos casos que nos mueven a salir a las calles, hartos ya de estar hartos.

“Los derechos se toman, no se piden; se arrancan, no se mendigan”, dijo en 1870 el cubano José Martí, quien fue cónsul del Paraguay en Estados Unidos. Conscientes de ello, ante los cuestionamientos de quienes defienden el orden establecido, solicitamos respetuosamente a vuestra merced el permiso correspondiente para hacer la revolución.

Atentamente (siguen las firmas).

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