Por Guido Rodríguez Alcalá |
Recorriendo el diccionario me encontré con la palabra perífono, que significa “aparato que sirve para perifonear”. Perifonear significa “transmitir por medio del teléfono sin hilos"; en cristiano, transmitir por radio, y por eso se llama a veces perifoneros a los periodistas radiales.
Es una palabra del viejazo. Una ley uruguaya del 19 de diciembre de 1929 creó un medio estatal para “la perifonía de programas culturales e informativos”. El medio creado era el SODRE (Servicio Oficial de Difusión Radio Eléctrica), que comenzó a perifonear en 1931, con la transmisión de un programa de música clásica. Desde entonces el SODRE (con nombre y recursos cambiados) ha sido una defensa contra la cachaca y otras amenazas mentales. Ha colaborado eficazmente a elevar el nivel del público con una serie de programas culturales.
El lanzamiento del SODRE (1929) fue precoz, considerando que la BBC inglesa nació siete años antes (1922). La BBC comenzó como radio, y en 1936 se convirtió también en emisora de TV. Fue la primera TV inglesa, era del Estado y tuvo el monopolio de la TV por varios años. Aunque el sector privado participe hoy en la televisión en Inglaterra, la BBC sigue siendo pública. Se mantiene con un impuesto de 11 libras esterlinas al mes sobre todos los aparatos de televisión. Es la cadena más grande del mundo y una de las más respetadas. Según un comentarista, cuando los norteamericanos quieren saber qué pasa en Irak, se informan en la BBC.
Con relación a la guerra de Irak, la cobertura de ciertos medios de comunicación privados norteamericanos ha sido deficiente o tendenciosa. Uno de ellos, CBS, ahora enfrenta las graves acusaciones de Dan Rather, quien había sido periodista del medio y fue despedido. Además de quejarse, Rather inició una demanda contra CBS, a la que acusa de haberlo censurado y despedido por razones políticas. En todas partes se cuecen habas, pero las de CBS podrían hervir más rápido porque, con el cambio de Gobierno en USA, Rather tiene mejores posibilidades de hacerse oír.
Por otra parte, Estados Unidos también tiene medios de comunicación públicos, que hacen un excelente trabajo. Un trabajo mucho mejor que el de la Fox, a la que el mismo Pentágono debió pedirle que bajara el nivel de violencia de su programa “24 horas”, tendiente a crear demasiada conciencia patriótica para la lucha contra el terrorismo.
En los países europeos más avanzados, los Gobiernos intervienen en el ámbito de la información; no para imponer lo que se debe decir, sino para que la información no se maneje con criterios exclusivamente partidarios o comerciales. El Gobierno francés ha propuesto que, entre las 20 horas y las 6 de la mañana, no se pase publicidad en las emisoras de TV públicas. Para compensar la pérdida por la supresión de la publicidad, el Gobierno entregará a las emisoras unos 400 millones de euros, que vendrán en gran parte de impuestos a las ganancias de la publicidad de las emisoras privadas. La propuesta está casi aprobada en el Congreso.
Si la intervención del Gobierno es funesta en los países totalitarios, no lo es en los países democráticos, donde sirve un interés público. No es para escandalizarse que el Gobierno paraguayo quiera contar con un medio de comunicación, siempre y cuando el medio haga lo que debe hacer.