Dolores Jara terminó de escribir por el vallado y luego continuó hablando con la gente. Ahí quedaron las palabras con las que recordaba a su hija.
“Lo más triste es que yo perdí ese día a mi única hija. Se llamaba Laura Jara y tenía tres meses”, cuenta Dolores.
A esta altura del año, su hija ya debía de haber cumplido 15 años. Cuando falleció, contaba con tres meses de vida.
“Le doy gracias a Dios por poder venir todavía todos los años para recordarla”, expresa la sobreviviente del Ycuá Bolaños.
La construcción del Centro Cultural y Memorial 1-A, genera alegría en ella. “Será algo lindo para nosotros que seguimos recordando a nuestros familiares siempre. También servirá para que estemos juntos y para la gente que nos apoya. Sobre todo para conocer lo que fue eso que pasó”.
Aún con la tristeza del día, también demuestra fortaleza. “Se lucha, se continúa”.