20 jun. 2025

Pensar en el futuro

Brigitte Colmán – @lakolman

Hay veces en que uno piensa que otro país es posible; que en realidad no estamos condenados a vivir en la permanente desgracia de ser “gobernados” por mediocres, miserables y corruptos. Pero después aparece la foto del abrazo entre MAB y HC, y entonces vuelven las dudas y el asco.

Los líderes de Añetete y Honor Colorado no pudieron elegir un mejor escenario para la puesta en escena de su show: Una aguda crisis sanitaria que encuentra al país sin infraestructura ni materiales sanitarios, miles de paraguayos quedaron sin trabajo ni medios para subsistir; mientras suman los enfermos y las muertes. En la foto del apocalipsis solo faltaban ellos dos.

Nuestro presente y nuestro futuro se ven muy sombríos después de la Remake de la unidad granítica colorada stronista. Pero, como no es normal tener que vivir resignados, quiero recordar que a mediados de este mes, un grupo de intelectuales suscribieron un pronunciamiento en el que plantean “un contrato social para el futuro”, para cuando pase esta crisis del Covid-19.

Las mejores mentes que tenemos en el país, publicaron un documento en el que cuestionan la estructura monoproductiva centrada en la exportación de soja y carne; y sugieren un nuevo modelo de desarrollo: Con un Estado fuerte, autónomo y eficiente. Plantean también una Justicia confiable y efectiva, un sistema electoral saneado, un esquema tributario justo, una reforma del sistema de salud, un compromiso medioambiental y de protección social que garantice una vida digna, entre otras cuestiones.

“Necesitamos forjar un contrato social nuevo que haga realidad la ciudadanía política, social y económica proclamada en la Constitución y asegure un futuro digno a las nuevas generaciones”, decía el documento.

Como la esperanza es lo último que se perdió, confío en que una mínima parte de nuestra clase política haya leído la propuesta. Tengo mis dudas obviamente, pero si no, un buen comienzo sería que la ciudadanía interiorice estas ideas.

Que, “el Estado sigue capturado por poderosos grupos que controlan o intervienen en las políticas públicas y por un sector contratista que –en connivencia con funcionarios públicos de alto rango y bajo protección política– por medio de prácticas corruptas se apropia de gran parte de los recursos públicos. Debemos independizar al Estado y garantizar su autonomía”.

Que, “hay que erradicar la feudalización de los gobiernos locales, reemplazando la arquitectura político-administrativa actual por un sistema municipal y de gobernaciones que implemente políticas públicas equitativas, orgánicas y racionales”.

Que, “la narco plutocracia ha terminado por secuestrar la democracia. Urge limitar drásticamente el costo de las campañas electorales y el financiamiento privado. Las empresas no deben aportar, no son ciudadanía”.

Que, “el país requiere con urgencia un sistema tributario que recaude más con impuestos directos y progresivos, que contribuya a disminuir las desigualdades y garantice el fin no solo de la evasión, sino de injustos privilegios tributarios que existen en detrimento de la clase media, los trabajadores y las personas en situación de pobreza”.

Que, “el coronavirus dejó en evidencia la grave precariedad de nuestro sistema de salud. La lección es clara: Paraguay necesita de un sistema de salud pública, gratuita y universal que asegure a toda la ciudadanía el acceso al derecho humano fundamental que es el derecho a la vida saludable”.

Y finalmente que, “es urgente frenar la acelerada destrucción de ecosistemas, la deforestación, la polución de ríos y lagos y la extinción de la vida silvestre. No habrá pacto social sobre tierra arrasada”.

Eso, tierra arrasada, es lo único que va a quedar de este país, si seguimos dejando el gobierno en manos de angurrientos y mediocres.