La normativa fue devuelta al Senado, pero Peña no dio el detalle de las modificaciones que planteó el Ejecutivo, ya que en Diputados aparentemente no se aplicaron todos sus pedidos.
Negó también que no se haya seguido el trámite correcto para presentar una modificación al Congreso, como su ingreso en mesa de entrada, estudio en comisión y que se haya compartido con todo el pleno. Señaló que la discusión fue amplia y duró más de tres meses.
“Discutimos y conversamos con el Congreso, que es soberano, y ellos aprueban las leyes que ellos creen que la mayoría tiene. Y donde nosotros sugerimos comentarios, a veces como informe y a veces de forma verbal”, remarcó.
Ante la consulta sobre cuáles fueron las “boludeces”, Peña respondió que la pregunta debe ir hacia Leite no hacia él. Finalmente, indicó que no es de su atribución hablar de si el senador debe o no renunciar a la Comisión Bicameral de Lavado de Dinero, luego de revelarse que junto con su esposa están a cargo de una oenegé con serios cuestionamientos, cuando desde el inicio insistió en la rendición de cuenta de estas instituciones.
“Esa es una decisión del pleno”, resaltó Peña, y subrayó cuando se trata de otro poder del Estado no le compete opinar ni decidir.
Leite impulsó una ley contra oenegés, pero la suya no está en regla y recibía fondos de Itaipú y Tabesa.