Marian Quiroga
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Pelusa Rubin es una de las comunicadoras más influyentes de la televisión paraguaya. Inició su carrera en 1979, en una reconocida radio, y desde entonces se ha consolidado como una figura clave en los medios de comunicación.
Crecer en una familia vinculada a la radio, la televisión y el teatro fue una experiencia enriquecedora para ella. “Fue muy natural, admirando a mi papá y a mis tíos que siempre trabajaron en radio, televisión y teatro. Nunca eran aburridas las charlas o anécdotas. Cuando los acompañaba al trabajo, eran horas divertidas. El trabajo en medios es muy variado”, relató Pelusa.
El periodismo corre por sus venas. Su padre, Humberto Rubin, le transmitió valores que aún hoy sostiene con firmeza: “Hay que hacer lo que uno ama, luchar por ello y ser honesta, responsable, mostrando siempre la verdad, lo que uno es, sin fingir”.
Una nueva era
El teatro es otra de sus pasiones, y hoy, después de dos décadas alejada Pelusa regresa a los escenarios junto a Margarita Irún, Clotilde Cabral y Ana Martini en Mujeres de ceniza. La puesta gira en torno a cuatro mujeres que, con una descarnada ironía, comparten sus visiones sobre la amistad, el matrimonio, el sexo, la infidelidad, la juventud perdida y las huellas que deja el paso del tiempo.
Su retorno a las tablas responde a un deseo personal: “Ya sin hijos chicos, quería hacer algo distinto este año, y al conocer al elenco quedé fascinada”, comentó.
Sobre la experiencia con el público, destacó la presencia de “gente mayor que, a pesar del frío y la lluvia de varios fines de semana, llegó al teatro con gusto. Eso me llamó la atención. Salíamos a encontrarnos con esa gente hermosa para las fotos, y nos llenaban de cariño”, expresó con emoción.
Carrera en los medios
Para Pelu, como la llaman cariñosamente, uno de los programas más significativos de su trayectoria fue Mujer, bajo la dirección de Noemí Gómez. “Marcó mi carrera definitivamente, hasta hoy lo recuerdan”, recordó.
Siempre supo elegir con criterio los proyectos en los que participaba, y destaca que siempre recibió el respeto del medio. Actualmente, continúa vigente con Al estilo Pelusa, un programa comprometido con la realidad social del país. “Refleja nuestra realidad, las injusticias sociales, la poca respuesta de la justicia y visibiliza dramas familiares, violencia hacia la mujer. Es lo que hacemos: Escuchar y lograr que el mensaje llegue a las instituciones correspondientes. Acompañamos a las familias cada tarde con mucho amor”, explicó.
Maternidad y vocación
Al hablar de su rol como madre, Pelusa fue sincera: “Las mujeres y madres salimos a trabajar con cargo de culpa generalmente. Estamos ausentes en muchos momentos, pero traté siempre de compensarlo. Les dejaba alguna receta hecha por mí, una esquela amorosa. Los llevaba al cole y escuchábamos música; les explicaba sobre esos temas hermosos”, recordó con ternura.
Resaltó que no estuvo sola en este camino; contó con una sólida red de apoyo, principalmente su madre y su esposo, el cantante Emilio García. Su familia fue un pilar fundamental que le permitió equilibrar su pasión por la comunicación con su vida personal.
Hoy en día, Pelu no solo continúa siendo una mamá presente a pesar de que sus hijos ya son adultos, sino que también es una abuela profundamente cariñosa y dedicada. “Mis hijos me enseñaron a tener paciencia, a decir siempre la verdad y lo que es el amor de verdad. Mis nietos son la razón de mis días, los amo desde otro lugar, más tranquila, sin la presión de educarlos ni generar recursos para criarlos”, dijo.
El lema primordial de Pelusa y su esposo Emilio es mantenerse siempre unidos. “Somos felices junto a nuestra familia. Cuando estamos con los hijos y sus familias, las nenas, no necesitamos de nadie más. Nos reímos, divertimos y nos apoyamos siempre. El valor de la familia es lo más grande”, reflexionó.
Hoy, con una trayectoria consolidada y una familia que es su motor, Pelusa sueña con una vejez en calma, paz y rodeada del amor de los suyos. “Ese es mi gran deseo”, concluye con la serenidad de quien vive intensamente.