La entidad hizo recientemente un análisis sobre los indicadores de Paraguay, destacando que en promedio en América Latina solo la mitad de los trabajadores están cubiertos por la seguridad social (en Paraguay se habla de 2 de cada 10 trabajadores).
La especialista, quien es coordinadora de investigación y asistencia del Ciess, reconoció que desde el año 2000 los sistemas no contributivos en América Latina ayudaron a expandir la cobertura de los sistemas de pensiones, llegando incluso a universalizarse en algunos países, la mayoría de los cuales tienen prestaciones focalizadas.
Brechas. Al hacer la comparación sobre la suficiencia de las pensiones respecto del nivel de salario mínimo, Paraguay aparece entre los que exhiben mayores brechas, no obstante contribuir de manera favorable para la disminución de la pobreza.
En Paraguay, casi el 50% de los adultos mayores hombres mayores de 65 años tienen que seguir trabajando y casi el 25% de las mujeres mayores adultas también, según el organismo.
En ese sentido, se ubica tercero en el impacto que esto genera en la población de adultos mayores, siguiendo niveles más altos que son expuestos por Bolivia y Perú en hombres; mientras que entre las mujeres que deben seguir trabajando, el país se ubica cuarto.
Mitigación. “Dentro de los programas Tekoporã y de Adultos Mayores, el gasto oscila entre el 0,5% y el 0,75% del PIB, y ayudan a mitigar lo que no pudieron hacer los programas contributivos. En este escenario, de todas maneras un importante porcentaje de personas mayores continúan ligadas al mercado laboral, a pesar de haber sobrepasado la edad de jubilación”, destacó.
Los niveles referidos obligan, según la especialista, a generar oportunidades y nuevas habilidades para las personas mayores, además de programas que incentiven su contratación.
En cuanto al acceso universal a salud, la presencia del sistema público no contributivo no implica que se tenga cobertura efectiva plena en materia de salud, ya que el acceso está limitado por el estatus laboral y la capacidad adquisitiva de los hogares, según dijo.
“Cuatro de cada diez adultos mayores en América Latina tienen acceso al sistema de salud universal. En Bolivia y Paraguay, la mayor parte del servicio de salud lo proporciona la seguridad no contributiva”, agregó Valle.
En torno al gasto de bolsillo para salud, Paraguay está situado en el octavo puesto, con 35,9%, seguido tan solo por México y Haití como los que más dinero desembolsan para acceso a salud. Esto indica que gran parte de la población debe pagar de su bolsillo para acceder al derecho. En tanto que como promedio relacionado con el gasto de salud respecto del PIB, Paraguay se encuentra en el nivel del 4,5%.
Por su parte, la población de Paraguay que tiene 60 años y más no alcanza a tener seguro médico en un 63,9%; con un panorama que se agudiza más aún en las áreas rurales, donde llega a haber un 81,4% de la población de adultos mayores sin un seguro; en tanto que para las áreas urbanas este nivel disminuye a un 53,4% entre los mayores de 60 años sin la cobertura de un seguro médico.