29 mar. 2024

Paraguay 2100

Mario Aníbal Romero Lévera, socio ADEC.

Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para el año 2100 la población joven seguirá siendo mayoría en Paraguay. En otras palabras, Paraguay seguirá teniendo mayoría de la población con una edad entre 15 y 50 años.

La franja de edad más importante será siempre la misma; sin embargo, la media de edad aumentará.

Para el año 2100 la edad media de la población paraguaya será de 45,7 años.

Para esa misma fecha la media de edad será similar para Argentina (46,9 años) y Chile (50 años).

La franja de edad que tendrá un crecimiento importante al año 2050 será la franja de más de 60 años de edad, representando el 21,3% de la población total para ese año. Y este mismo segmento de la población para el año 2100 representará el 42% del total.

Sabemos que la mayor cantidad de gente joven demanda una serie de desafíos para el país, sobre todo el mejoramiento de la educación es una cuestión clave para el futuro de Paraguay.

A esto sumamos la capacidad de generación de empleos es otro punto fundamental de cara a las décadas que vendrán.

También sabemos que Paraguay, hoy, aun teniendo una población mayoritariamente joven, tiene una educación de mala calidad y con esto el capital humano que representa está devaluado. Por otro lado, los datos del Banco Central del Paraguay (BCP) señalan que cada vez es más costosa la educación en el país.

Todos estos temas relacionados a juventud, educación, empleo joven se vienen debatiendo hace un buen tiempo, sobre todo a través de la sociedad civil y los organismos del Estado afectados. Pero existen otros temas que, a mi parecer, no están recibiendo el nivel de relevancia que se merecen. Por ejemplo, los adultos mayores y su impacto en la sociedad.

Las estadísticas mencionadas más arriba nos indican un envejecimiento de la población paraguaya importante para el año 2050 y sobre todo para el año 2100, lo que inmediatamente me sugiere un aumento en la demanda en, al menos, los siguientes sectores: La salud y la nutrición, el ocio y el bienestar, las finanzas y el transporte, la vivienda, la educación y el empleo.

Me pregunto: ¿Somos conscientes, como sociedad, de los cambios que implican estas estadísticas para la economía? ¿Conocemos las mejores prácticas, ya vigentes, en países de Europa, Canadá, EEUU, Japón, Uruguay, Chile, entre otros? ¿Por qué los museos, teatros, sitios turísticos, en varios países europeos y de América, son atendidos por jubilados o personas de edad avanzada y qué impacto tiene este tipo de prácticas en estas personas?

Finalmente: ¿No deberíamos reflexionar más sobre estos desafíos y las mejores prácticas que el mundo hoy ya tiene para enfrentarlos?