25 abr. 2024

Paraguay 2025

El pasado jueves participé de un panel de ex ministros de Hacienda para evaluar en conjunto los avances de los últimos 15 años y las prioridades para los próximos años en términos de políticas públicas para seguir avanzando en el proceso de desarrollo económico y social del país.

Para encarar los desafíos que tenemos, es muy importante comprender que no existen mesías ni milagros que mágicamente puedan generar bienestar para la gente. El progreso individual es el resultado de la práctica de un conjunto de valores y principios, como la disciplina y el esfuerzo de estudiar, trabajar, ahorrar e invertir, utilizar la capacidad creativa para innovar y emprender proyectos, la prudencia para evaluar y asumir riesgos, la conducta ética y la responsabilidad en el cumplimiento de los compromisos, etc. Todo esto no garantiza el éxito, pero incrementa la probabilidad de alcanzarlo.

Por otro lado, el desarrollo colectivo de una sociedad es el resultado de la vigencia de un conjunto de instituciones, usos, costumbres y reglas de juego con incentivos y castigos, pesos y contrapesos que promuevan la práctica individual de los valores y principios mencionados y que conduzcan a un comportamiento socialmente responsable, como la cooperación para el bien común y la solidaridad con los más débiles.

Seguir avanzando en nuestro incipiente proceso de desarrollo implica plantearnos cambios que mejoren el funcionamiento de nuestras instituciones.

Debemos considerar que los avances que hemos tenido en los últimos 15 años fueron facilitados por un contexto internacional muy favorable entre el 2004 y el 2014 con elevados precios de nuestros productos de exportación, amplia disponibilidad de capitales a bajo costo y países vecinos con elevados ritmos de crecimiento económico. En la próxima década, los precios de commodities probablemente permanezcan en los niveles actuales, buenos pero sin la fuerza de años anteriores y los países vecinos seguirán en problemas y con bajo crecimiento económico.

Sin embargo, la disponibilidad de capitales seguirá siendo abundante y a bajo costo y, probablemente a partir del 2023 recibiremos recursos adicionales de Itaipú Binacional gracias a la importante reducción de sus costos de producción de energía.

En general, el contexto internacional será más negativo que en años anteriores y nuestro desarrollo depende exclusivamente de nuestra capacidad de implementar reformas institucionales y de asignar y administrar más eficientemente nuestros recursos disponibles y los adicionales que eventualmente recibamos.

En este sentido, la prioridad fundamental es mejorar la asignación de recursos públicos y en consecuencia la calidad del gasto y de los servicios públicos para recuperar la credibilidad de la ciudadanía y de los contribuyentes en el Estado.

En esto, hay una alta responsabilidad de los líderes políticos, del presidente, de los ministros, de los parlamentarios de ambas Cámaras del Congreso y de la Corte Suprema de Justicia.

Para mejorar la asignación de recursos es necesario reformar las reglas del juego de los funcionarios públicos para tener una burocracia eficiente y eliminar el clientelismo; actualizar el sistema de contrataciones públicas para minimizar la corrupción, la colusión y reducir los costos de insumos; reformar los servicios de educación y salud para mejorar sustancialmente la calidad al menor costo posible; reformar el sistema previsional para garantizar una jubilación equitativa asegurando el equilibrio actuarial del sistema. Además, debemos acelerar la inversión en infraestructura básica para lo cual es necesario revisar la Ley de Responsabilidad Fiscal, incrementar el tope de déficit anual, flexibilizar en años de recesión y fijar un tope a la deuda pública para asegurar su sostenibilidad.

El desafío es enorme, un cambio de cultura política. Las expectativas son bajas. Esperemos que comprendan las necesidades de la gente y actúen con responsabilidad porque continuar con el proceso de desarrollo depende fundamentalmente de ellos.

Más contenido de esta sección
Las ventas al público en los comercios pyme de Argentina cayeron un 25,5% interanual en febrero pasado, golpeadas por la pérdida de poder adquisitivo de los consumidores a causa de la elevadísima inflación, y acumulan un declive del 27% en el primer bimestre del año, según un informe sectorial difundido este domingo.
El mandatario decidió crear el fondo nacional de alimentación escolar esperando un apoyo total, pues quién se animaría a rechazar un plato de comida para el 100% de los niños escolarizados en el país durante todo el año.
Un gran alivio produjo en los usuarios la noticia de la rescisión del contrato con la empresa Parxin y que inmediatamente se iniciaría el proceso de término de la concesión del estacionamiento tarifado en la ciudad de Asunción. La suspensión no debe ser un elemento de distracción, que nos lleve a olvidar la vergonzosa improvisación con la que se administra la capital; así como tampoco el hecho de que la administración municipal carece de un plan para resolver el tránsito y para dar alternativas de movilidad para la ciudadanía.
Sin educación no habrá un Paraguay con desarrollo, bienestar e igualdad. Por esto, cuando se reclama y exige transparencia absoluta en la gestión de los recursos para la educación, como es el caso de los fondos que provienen de la compensación por la cesión de energía de Itaipú, se trata de una legítima preocupación. Después de más de una década los resultados de la administración del Fonacide son negativos, así como también resalta en esta línea la falta de confianza de la ciudadanía respecto a la gestión de los millonarios recursos.
En el Paraguay, pareciera que los tribunales de sentencia tienen prohibido absolver a los acusados, por lo menos en algunos casos mediáticos. Y, si acaso algunos jueces tienen la osadía de hacerlo, la misma Corte Suprema los manda al frezzer, sacándolos de los juicios más sonados.
Con la impunidad de siempre, de toda la vida, el senador colorado en situación de retiro, Kalé Galaverna dijo el otro día: “Si los políticos no conseguimos cargos para familiares o amigos, somos considerados inútiles. En mi vida política, he conseguido unos cinco mil a seis mil cargos en el Estado...”. El político había justificado así la cuestión del nepotismo, el tema del momento.