La vicepresidenta del gremio, Liz Grütter, resaltó sin embargo que el crecimiento está basado principalmente en el agronegocio, pero será un desafío que el efecto derrame llegue a la microeconomía, donde están aglutinados los trabajadores y empresarios del rubro de comercio, servicios o transporte, entre otros.
Señaló que existe aún un alto nivel de subempleo en este sector, y que sin políticas públicas claras posiblemente la recuperación sea más lenta de la prevista. Dijo que desde el gremio consideran importante que se siga fortaleciendo el Fogapy y que la Ley EAS (Empresas por Acción Simplificada) sea modificada, de modo a que estas herramientas se conviertan en un impulsor de las mipymes y no en un freno para las mismas, considerando la gran cantidad de puestos de trabajo que dependen de ese sector.
“Lo positivo que tuvo la pandemia, por decirlo de algún modo, es que las mipymes fueron puestas en la agenda. Ahí creemos que se tiene que tener claridad, porque 8 de cada 10 están empleados en esas empresas. El Fogapy es una herramienta que tiene que continuar, porque benefició con condiciones ventajosas y ayudó a seguir operando a miles de mipymes. Con respecto a la Ley EAS, se deben cambiar aspectos burocráticos que desalientan a las empresas”, manifestó.
Burocracia. Para el titular de la Cámara de Comercio y Servicios del Paraguay, Ernesto Figueredo, es una deuda pendiente del Gobierno hacer las reformas que le faciliten la vida al sector micro.
Explicó que la burocracia en las entidades públicas para conseguir licencias o registros es un impedimento en momentos en que la economía empieza a demandar, por lo que es hora de que toda la cadena de servicios públicos esté a la altura. “No se aprovechó este parate para mejorar los servicios públicos en favor de la ciudadanía. Todo lo macro espectacular, pero si no ayudamos a la micro, este rebote no va a ser sostenible y vamos a entrar otra vez en crecimientos mediocres, donde la pobreza sigue muy alta”, refirió.