REUTERS, EFE y AFP
ISLAMABAD, PAKISTÁN.
El primer ministro de Pakistán, Yusuf Raza Gilani, rechazó ayer acusaciones de que la muerte de Osama bin Laden a manos de tropas estadounidenses en el país asiático mostrara incompetencia de Islamabad o complicidad para ocultar al líder de Al Qaeda.
Los políticos de la oposición elevaron sus críticas contra los líderes pakistaníes por la muerte de Bin Laden en un operativo de fuerzas especiales estadounidenses en una localidad al norte del país el 2 de mayo.
Pakistán elogió la muerte de Bin Laden, que organizó los ataques del 11 de septiembre del 2001 en EE. UU., como un paso en la lucha contra la militancia, pero también cuestionó al operativo como una violación a su soberanía.
El hecho de que el líder de Al Qaeda estuviera escondido en la guarnición militar de Abbottabad, a 50 kilómetros de la capital, despertó acusaciones de que las agencias de seguridad pakistaníes fueron incompetentes o refugiaron deliberadamente al hombre más buscado del mundo.
“Las acusaciones de incompetencia o complicidad son absurdas”, afirmó Gilani al Parlamento, agregando que era poco honrado acusar a Pakistán, incluyendo a su agencia de inteligencia, de “estar confabulado” con la red Al Qaeda.
El operativo estadounidense tensionó las relaciones entre Islamabad y Washington, que son cruciales para combatir a los militantes islamistas y garantizar la estabilidad en Afganistán.
Estados Unidos se abstuvo de acusar directamente a Pakistán de refugiar a Bin Laden.
Gilani sostuvo que acciones unilaterales como las del equipo de elite de los Seal de la Marina estadounidense contra el escondite de Bin Laden corría el riesgo de afrontar serias consecuencias, pero agregó que Pakistán dio una gran importancia a sus relaciones con Washington.
El principal partido opositor pakistaní reclamó la renuncia de Gilani y del presidente Asif Ali Zardari por la violación de la soberanía que significó el operativo de las fuerzas estadounidenses, que ingresaron desde Afganistán y atacaron el complejo donde se escondía Bin Laden.
Las relaciones entre ambos países ya eran frágiles debido a una serie de disputas diplomáticas que incluyen un gran ataque de un avión no tripulado estadounidense en marzo y el caso de Raymond Davis, un contratista de la CIA que mató a tiros a dos pakistaníes en la ciudad de Lahore en enero.
En una nueva señal de fricción, un canal y un diario pakistaníes publicaron el supuesto nombre del delegado encubierto de la CIA en Islamabad.
La Embajada estadounidense se negó a hacer comentarios, pero informó que ninguna persona con ese nombre trabajaba en la misión en Pakistán.
POSICIÓN DE OBAMA
El presidente estadounidense, Barack Obama, dijo que Osama bin Laden probablemente tuvo “alguna especie” de red de apoyo dentro de Pakistán, pero agregó que Washington e Islamabad deberán investigar la naturaleza de ese respaldo. “Creemos que debió haber alguna especie de red de apoyo para Bin Laden dentro de Pakistán”, afirmó Obama.
“Pero no sabemos quién o qué era esa red de apoyo. No sabemos si habría personas dentro del Gobierno, personas fuera del Gobierno, y eso es algo que tenemos que investigar y, aún más importante, el Gobierno pakistaní tiene que investigar”, declaró el mandatario.