El secretario general de la ONU, António Guterres, afirmó que esperaba “un resultado más ambicioso” y llamó “a los gobiernos para que vean este acuerdo como una base... y construyan sobre ella”.
“Este objetivo no es lo que esperábamos conseguir. Después de años de discusiones, no es ambicioso para nosotros”, dijo Evans Njewa, diplomático de Malaui y jefe del bloque de Países Menos Desarrollados.
La contribución acordada “es un insulto a la demanda de los países en desarrollo”, sostuvo Diego Pacheco, negociador jefe de Bolivia. “El pago de la deuda climática es un derecho de los países del Sur global”, defendió, despertando una gran ovación en la sala donde se celebraba la sesión plenaria.
El keniano Ali Mohamed, al frente del grupo de países africanos, se dijo “extremadamente decepcionado” con un acuerdo “demasiado pequeño, demasiado tardío”.
“Esto no será suficiente”, advirtió a AFP el negociador jefe de Panamá, Juan Carlos Monterrey.
Según el proyecto de acuerdo final, los países ricos se comprometen a aportar al menos 300.000 millones de dólares anuales hasta 2035 para que las naciones empobrecidas enfrenten las consecuencias del calentamiento global. AFP